Por un lado, compramos sin planificar correctamente. Guiados por una moda, influencias externas e intereses comerciales.
Por Humberto Contreras Vidal
Muchas de las inversiones públicas, que en principio son necesarias, terminan convirtiéndose en una pérdida multimillonaria del dinero público de los dominicanos. Ya es tiempo de que el dinero público le duela a quienes lo administran.
A nadie se le ocurre comprar para su casa un televisor tan grande y moderno que, al final, sea inútil ni siquiera tenemos donde ponerlo ni tampoco nadie en la casa sabe cómo utilizarlo.
Este hecho ocurre en la actualidad y ha ocurrido, al menos, desde la muerte de Don Antonio Guzmán Fernández.
Se ha observado cómo se han hecho inversiones multimillonarias en laboratorios de ciencias para fortalecer los procesos educativos en el Ministerio de Educación de la República Dominicana. Y hasta ahora, se repite la costumbre de ver cómo el polvo y el oxígeno del aire acaban destruyendo poco a poco equipos muy costosos.
Por un lado, compramos sin planificar correctamente. Guiados por una moda, influencias externas e intereses comerciales. Nadie se pregunta si estamos preparados para manipular los equipos que se están adquiriendo. Al final, terminamos tirando a la basura cientos de miles de millones de pesos dominicanos.
Se ha observado cómo se han hecho inversiones multimillonarias en laboratorios de ciencias para fortalecer los procesos educativos en el Ministerio de Educación de la República Dominicana.
Muchas veces, empleados con algún nivel de conciencia intentan poner en marcha esos equipos. Y por lo regular son desautorizados por sus superiores directos. Para cambiar esta situación hay que apoyar a esos servidores públicos más conscientes. Al final, el éxito será del superior que ahora sólo impide su propio desarrollo.
La situación que se describe no es exclusiva del Ministerio de Educación. La mayoría de los ministerios pueden ser utilizados como ejemplo. Las instituciones gubernamentales descentralizadas también conocen a qué se refiere este texto.
Nadie en su sano juicio tira a la basura una computadora/laptop porque no enciende. Muchos equipos están perdiéndose por el simple hecho de que necesitan un enchufe nuevo o hay que cambiar la batería a un control remoto.
Es hora de que pensemos seriamente en la implementación de programas de mantenimiento efectivos y eficientes para garantizar servicios técnicos de calidad en los ministerios de educación, salud pública, medio ambiente, agricultura…
Se felicita en este mes de la Patria Dominicana a todas las personas que voluntariamente y con sus recursos reparan equipos tecnológicos públicos para poder brindar un mejor servicio allí donde laboran. ¡Así se hace Patria!
Los ministros de Economía, y el Administrativo de la Presidencia tienen a la mano esta herramienta para garantizar una mejor inversión pública, y que seguro, mejoraría la calidad del gasto en la República Dominicana.
El autor es doctor en Ciencias Químicas y reside en Santiago de los Caballeros. [email protected]