Brasil como parte del BRICS, que integran igualmente Rusia, China, India y Sudáfrica puede impulsar el fin de ese conflicto armado.
De la plática entre Lula Da Silva y Joe Biden surgen preguntas que pueden transformar el futuro de la humanidad, o por lo menos, caminar hacia la distensión. Pero, desafortunadamente, asoma el mortífero camino hacia la destrucción del mundo.
Una reflexión primaria: ¿Qué pasa con la ONU como organismo mundial de la unidad y mediación?
¿Por qué no se siente en estos momentos su tradicional accionar de búsqueda de consenso y solución a la problemática mundial, específicamente ante la crisis política y social de Haití?
Acaba de viabilizar la entrega de recursos económicos para programas de mitigación de la hambruna que padece Haití, pero ahí no debe quedarse.
El presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, propuso mientras sostenía una reunión con su par estadounidense, Joe Biden, crear un Gobierno global y un club de paz que permita reorientar al mundo ante las divisiones y odio predominante.
Lula, dijo, a la prensa internacional que es necesario un gobierno fuerte, que lidere al mundo en un espacio de convivencia, cooperación y acercamiento institucional para superar las terribles desigualdades y odio que abaten a la humanidad.
Sugiere, además, como imprescindibles fortalecer la democracia, proteger la naturaleza y reorientar la vida humana.
Reunido en la Casa Blanca, en Washington, con su colega estadounidense Joe Biden, abogó por la creación de una coalición para poner fin a la guerra Rusia-Ucrania y también, de un fondo para cuidar mejor al planeta.
Brasil como parte del BRICS, que integran igualmente Rusia, China, India y Sudáfrica puede impulsar el fin de ese conflicto armado.
Ahí, se puede inferir que el presidente Biden y Lula abordaron una posible salida a la guerra que lleva un año.
Brasil, no ha asumido posición beligerante en esa guerra, ni siquiera en la administración del ultraderechista, Jair Bolsonaro.
Siendo fundador e integrante del BRICS, ha buscado una solución al conflicto mediante la negociación, y ahora con Lula, se abren ventanas para alcanzar ese objetivo.
Quizás el lenguaje político se impone por encima del interés de una salida a la crisis mostrado inicialmente por el papa Francisco y el patriarca ruso Kiril.
Históricamente, Brasil, como enfatizó Lula, ha sido un país de paz, aunque profundamente desigual social y económicamente.
El régimen de Bolsonaro buscó dividirlo y hasta intentó restar fuerza a la expresión de alegría e integración que representa su incomparable carnaval y su calidad futbolística mundial.
Recuperación de la Amazonia
Un tema que no podía faltar en el encuentro de Biden-Lula, fue la urgencia de parar la destrucción del planeta ante las acciones de depredadores que trafican, comercializan y enriquecen con la socavación de los recursos naturales.
Aquí hay unidad de criterios entre ambos mandatarios porque públicamente condenaron reiteradas veces la voracidad destructiva de Bolsonaro, en cuyo mandato fueron calcinadas más de 45 mil kilómetros de bosques forestales, aves exóticas y endémicas, así como maderas preciosas en la todavía exuberante región de la Amazonía, según datos de las autoridades de Brasil.
Actualmente, el gobierno de Lula Da Silva realiza un pormenorizado levantamiento de los terribles daños causados a la zona denominada el “pulmón del mundo”, con el que buscará instrumentar un expediente judicial contra el ex presidente Jair Bolsonaro, a quien acusa de “genocida”.
El 35% de las plantaciones boscosas del planeta se concentran en esa paradisíaca región, cuya belleza se puede visualizar desde las ventanas del avión a 35 mil pies de altura.
Lula, está navegando desde que regresó al poder el 1 de enero pasado, entre lagos y mares contaminados. Ojalá, que el liderazgo mundial lo acompañe en la titánica tarea de devolverle al ser humano el legítimo derecho a vivir con dignidad.
“Nadie quiere que esta guerra continúe”
Lula, tras finalizar su encuentro con Biden en la Casa Blanca, expuso: “Otra cosa que quería decir, que le dije al presidente Biden, que ya le mencioné al presidente Macron de Francia, que ya le dije al canciller alemán Olaf Scholz, sobre la necesidad de crear un grupo de países que no están involucrados directamente en la guerra entre Ucrania y Rusia con el fin de que podamos encontrar una posibilidad para que construyamos la paz, es decir, estoy convencido de que es necesario encontrar una salida, poner fin a esta guerra, y sentí del lado del presidente Biden la misma preocupación, porque nadie quiere que esta guerra continúe”.
En ese contexto, abogó por la creación de un “club de paz” que afiance y fortalezca las instituciones y el estado de derecho en las sociedades democráticas alrededor del mundo.
“Es necesario que debamos crear una coalición capaz de formar a un grupo de negociadores en las que ambas partes crean, y que juntos podamos intentar poner fin a esta guerra", expuso Lula.
La humanidad necesita de líderes que promuevan y se preocupen por la paz en un mundo excesivamente violento como el que vivimos.
¿Podrá el mundo finalmente alcanzar la tan deseada paz y convivencia social?
En Estados Unidos, inclusive, se están levantando voces que cuestionan el envío de recursos al gobierno Ucrania por entender que prolonga el conflicto, lejos de lograr una salida negociada.
Biden con Zelenski
A casi un año del conflicto, el presidente estadounidense, Joe Biden, acaba de visitar Kiev, capital de Ucrania, donde se reunió con su homólogo, Volodímir Zelenski. Allí, dijo, que:” la democracia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” es inquebrantable”.
Horas después, Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia, suspende su participación en el único tratado de desarme nuclear firmado con EE.UU., en 2010 para el control de las armas estratégicas.
Tras advertir que “Rusia es invencible”, Putin, dijo que llevará la guerra con Ucrania hasta el final, lo que supone una agudización del conflicto de consecuencias impredecibles.
En los próximos días habrá un encuentro entre Putin y su homólogo chino, Xi Jinping, que podría efectuarse en Rusia. Ojalá surjan allí opciones que eviten la agudización de la tensión mundial.
Artículo de Manuel Díaz Aponte