Un gran reto para la geopolítica mundial que requiere urgentemente de acciones y señales encaminadas a germinar la paz.
En su propuesta de 12 puntos, China busca detener la hemorragia de sangre en Ucrania, y plantea un alto al fuego e iniciar las negociaciones de paz. Ni Rusia ni Ucrania, protagonistas directos del conflicto que arribó al año, deben desestimar el clamor del gobierno del presidente chino, Xi Jinping.
Esta guerra es la más global desde 1945 porque ha involucrado directa o indirectamente a las principales potencias mundiales, ahora enarbolando la bandera del misil, poderosísima y mortífera arma de destrucción masiva.
El conflicto, en el que el ejército de Rusia ha lanzado sobre Ucrania alrededor de cinco mil misiles, también ha impactado la economía mundial con la desestabilización en la producción, comercialización y precios de los hidrocarburos y productos alimenticios como las soyas y el trigo.
Un gran reto para la geopolítica mundial que requiere urgentemente de acciones y señales encaminadas a germinar la paz, en un escenario donde China advierte que debe “respetarse la soberanía y la integridad territorial de todos los países” y que “una guerra nuclear no debe librarse y nunca puede ganarse”.
La actual generación ya está habituada a escuchar sistemáticamente y en infinidades de plataformas y medios comunicacionales la palabra misil, y probablemente, ni siquiera le cause terror.
Además, ha visto los innumerables lanzamientos de las letales armas como si fueran exhibiciones de juegos infantiles.
Una cosa es cierta, debemos acostumbrarnos a vivir cada día como si fuera el último, porque nadie sabe en qué momento el impacto de una andanada de misiles alrededor del mundo nos pulveriza.
Corremos contra el reloj en medio de un panorama mundial agitado, dividido, confrontado y profundamente artillado con los escudos más modernos y mortíferos creados por la presente civilización.
Que Vladimir Putin no haya citado a Joe Biden en su discurso reciente de más de una hora donde abordó la crisis política-militar entre Rusia y Ucrania, es significativo, y deja, además, diversas lecturas.
Tres potencias midiendo fuerza
Una de ellas, es ¿hasta dónde nos llevarán las agudas diferencias y competiciones armamentistas entre Rusia, China y Estados Unidos?
Obvio, agregando también, a los aliados de esas potencias que tienen armas nucleares específicamente del lado Occidental, Gran Bretaña, Alemania y Francia. Y del ángulo opuesto, China, Irán y Corea del Norte.
Las tres potencias ahora enfrentadas por el conflicto de Rusia-Ucrania que ha trastocado y desequilibrado aún más el orden de la geopolítica mundial.
Rusia acaba de desplazar parte de su artillería de misiles aparentemente para robustecer su ofensiva contra Ucrania, evidenciando que buscará a cualquier precio borrar al gobierno de Volodímir Zelenski.
Putin, apelando a un lenguaje nacionalista ha dicho textualmente: “Hoy, la jerarquía [militar] me ha dicho que se está luchando en nuestras tierras históricas por nuestro pueblo"
Ese sentimiento histórico expuesto por el otrora jefe de la KGB, máxima estructura de seguridad, investigación y de defensa política-militar, no deja dudas del propósito ruso de volver a conquistar a Ucrania que integró los 15 países que conformaban la URSS.
Solución política
¿Entramos a un camino sin retorno del conflicto?, una interrogante que inquieta a la humanidad dado el peso armamentista de sus protagonistas.
Claro, China, sigue apostando a una salida política a la crisis y la reciente reunión del presidente Vladimir Putin y el jefe de la política exterior de la potencia asiática, Wang Yi, en Moscú, lo ratifica.
El discurso de Estado, a veces estructurado con matices político y protocolar, tiene consecuencias, porque define estrategias y proyecta el porvenir que impactará positiva o negativamente en la sociedad.
Si Putin prefirió ni siquiera mencionar el nombre de su par estadounidense cuando se dirigió a sus conciudadanos a través de la televisión rusa, es señal de que ambos líderes están en estos momentos muy distanciados.
Biden, por el contrario, cuando habló desde Kiev, capital de Ucrania, sí recalcó en por lo menos diez ocasiones el nombre del poderoso líder del Kremlin. ¿Signo de debilidad o simple gesto protocolar del presidente de Estados Unidos?
Dimensión y valor de la palabra
Ya sea hablada o escrita la palabra tiene una fuerza e influencia en la sociedad tecnológica en que vivimos, tanto así, que trasciende todos los estamentos del poder.
No hay una sola acción en el Estado que se disponga y aplique en materia económica, política, literaria y social que no esté sustentada en el apoyo y uso del lenguaje.
Putin reivindica, con marcada devoción, su lucha, según entiende, contra los valores occidentales: persecución LGTBI, clases de amor a la patria y lucha contra la “degeneración”.
Los países occidentales lograron este jueves un espaldarazo diplomático con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que demanda la salida de las tropas rusas en Ucrania, y fue aprobada, con 141 votos a favor por siete en contra y 32 abstenciones.
Las próximas horas serán decisivas para conocer si Rusia y Ucrania prestan atención finalmente al plan de paz presentado por las autoridades de la República Popular de China.
El mundo espera esa anhelada rúbrica.
Artículo de Manuel Díaz Aponte