Si bien la tecnología no es impecable, su uso podría ser muy útil tanto para estudiantes como para profesores.
La tecnología ChatGPT es un modelo de lenguaje de IA que, de integrarse correctamente en el sistema educativo, podría iniciar un cambio en el modelo educativo actual.
Si bien la innovadora tecnología no es un sistema impecable, su uso podría ser muy útil tanto para estudiantes como para profesores. Aprender es más que aprobar un examen; se trata de tener una experiencia de aprendizaje positiva.
Así lo expusieron expertos de diferentes vertientes de aplicación de la tecnología con fines educativo de la UOC. Plantean un escenario en el que incluso podría sustituir a los buscadores tradicionales a mediano plazo, y también podría iniciar un cambio significativo en el modelo educativo actual si se integrara de la forma adecuada en el sistema.
Guillem García Brustenga, experto del eLearning Innovation Center (eLinC) de la UOC, cree que el uso de ChatGPT podría tener un impacto en la educación al obligarnos a revisar prácticas obsoletas. Podría cambiar la forma en que los estudiantes aprenden y lo que aprenden, alejándose de la idea de que la inteligencia y el conocimiento de una persona están determinados por la cantidad de información que conocen.
Sin embargo, dijo que también ha habido reacciones en contra del uso de esta aplicación en las aulas.
Así, mientras en las escuelas de Nueva York prohibían su uso a principios de este año por considerar que puede tener un impacto negativo en el aprendizaje, gran parte del colectivo educativo cree que ese tipo de decisiones no tienen sentido.
"Es normal que a corto plazo pensemos en estrategias defensivas, como prohibirlo o intentar buscar soluciones antiplagio. Sin embargo, me temo que esto solamente tiene sentido de forma temporal”. sostuvo.
El cambio de metodología es obligatorio y la educación deberá convivir con la IA del mismo modo que convive con Google o con la Wikipedia", señala Garcia Brustenga. Afirma que nos encontramos ante una alteración de mucha importancia y que la situación actual comportará una transformación metodológica.
"Es normal que a corto plazo pensemos en estrategias defensivas, como prohibirlo o intentar buscar soluciones antiplagio. Sin embargo, me temo que esto solamente tiene sentido de forma temporal”. Sostuvo Guillem García Brustenga.
"Es nuestra responsabilidad que este cambio sirva para personalizar la experiencia de aprendizaje para cada estudiante y mejorar la eficiencia y efectividad de la educación. El reto es ilusionante para instituciones abiertas al cambio o alarmante si no lo están", afirma.
Mientras que Desirée Gómez, experta en tendencias educativas en eLinC, también cree que ChatGPT es una herramienta que ha llegado para revolucionar no solo la educación sino también el ámbito laboral e incluso el hogar.
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Dice que la herramienta debe ser vista como un medio para apoyar el aprendizaje de los estudiantes y debe basarse en la pedagogía, el diseño instruccional y el compromiso ético del estudiante. “Esto requiere que el estudiante se forme en valores y habilidades transversales que le ayuden a comprender la magnitud de sus decisiones y acciones”.
Según Gómez, la controversia en torno a modelos de lenguaje de IA como ChatGPT surge porque imitan procesos de pensamiento humano para la resolución de situaciones, como refinar una idea, escribir un ensayo o crear arte o literatura.
“A la gente le preocupa que estas herramientas, alimentadas por vastas bases de datos, imiten acciones que hasta ahora solo los humanos eran capaces de hacer. Sin embargo, la utilidad de esta herramienta es clara” sostuvo.
Para los estudiantes, ChatGPT se puede utilizar como guía o resumen para ponerse en contacto con un tema académico, o como apoyo para mejorar las habilidades en áreas como comprensión de lectura, escritura y resolución de problemas.
Para los docentes, ChatGPT puede ayudar a generar contenido básico, resúmenes, aclaraciones sobre conceptos, o incluso ayudar a diseñar una actividad o explicar un concepto de una manera diferente.
Sin embargo, es crucial contar con la supervisión humana en todos los casos para garantizar que el resultado esté alineado con el objetivo previsto, tanto en términos de contenido como de tono.
La herramienta ofrece una primera base, pero los educadores deben poder calificarla para satisfacer las necesidades pedagógicas.
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