El primer gran tropiezo del orden democrático sucedió el 25 de septiembre de 1963.
Sesentiún años se cumplirán a finales de este 2023 que República Dominicana instauró la democracia como sistema de gobierno representativo y abierto. El punto de inicio fue la celebración de las primeras elecciones libres, el 20 de diciembre de 1962, tras la decapitación de la dictadura trujillista, que se prolongó por 31 años.
A lo largo de esas seis décadas, el país ha tenido sus altas y bajas en cuanto al comportamiento de sus instituciones y los avances y/o atrasos experimentados por la ciudadanía en sentido general.
Mucha gente de pensamiento liberal de una u otra forma colaboró para que ello fuera así. En esto merece destacarse el rol jugado por la prensa y la sociedad civil en todos esos años.
En todo ese tiempo transcurrido desde que el país cerrara el oscuro y tenebroso capítulo de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, el pueblo dominicano se desenvuelve en medio de dificultades de índole económico, político y social. Pero, ha sabido sobreponerse a las circunstancias.
El primer gran tropiezo del orden democrático sucedió el 25 de septiembre de 1963, cuando una junta cívico-militar derrocó al presidente Juan Bosch, que apenas llevaba siete meses en el poder.
De septiembre de 1963 a julio de 1966, el país fue gobernado por regímenes de facto, como el Triunvirato (25 de septiembre de 1963 al 24 de abril de 1965), que primero encabezó el abogado Emilio de los Santos y que le siguió Donald Reid Cabral, con la consiguiente interrupción de las garantías constitucionales.
Luego, con motivo de las hostilidades iniciadas en abril de 1965, que perseguían la reposición en el poder de Bosch, dos bandos en guerra se tomaron las atribuciones de gobernar entre el 24 de abril de 1965 y el 3 de septiembre del 1965.
Uno de esos bandos lo encabezaba el general Antonio Imbert Barrera y el otro el coronel Francisco A. Caamaño Deñó. Luego, un gobierno provisional que encabezó Héctor García Godoy, del 3 de septiembre de 1965 al primero de junio de 1966.
En esta última fecha Joaquín Balaguer resultó ganador de las elecciones generales, que fueron duramente cuestionadas, en momentos que el país estaba intervenido por tropas militares de Estados Unidos.
Con todo y esos inconvenientes, sin lugar a dudas que se ha avanzado en sectores tan importantes como la institucionalidad jurídica y en la garantía de superar los procesos electorales, tan traumáticos en tiempos pasados.
El libérrimo ejercicio de la democracia es lo más acorde para que la política encuentre terreno fértil a favor de las sociedades. Creo que, con todos y los tropiezos en el camino, hemos avanzado. Pero, aún falta mucho por hacer a favor de nuestra sociedad.