La transición del museo pasivo al museo que conecta con sus audiencias

Los paradigmas han cambiado en cuanto a la gestión de la comunicación organizacional y los museos no escapan a esta realidad.

Por Mirfak Rowland

La comunicación organizacional cada vez más juega un papel preponderante en el proceso de construcción de las sociedades. En un mundo globalizado como el que se vive en estos tiempos, la comunicación efectiva se constituye en un reto para las organizaciones que buscan en su cotidianidad, no solo mantener informadas a sus audiencias sobre su quehacer, sino también conectar con ellas.

Los paradigmas han cambiado en cuanto a la gestión de la comunicación organizacional y los museos no escapan a esta realidad. En las últimas décadas, los museos han entendido el rol de la comunicación para fomentar una interacción constante con las audiencias cautivas y captar nuevos públicos.

 Museos como el Reina Sofía y del Prado, en España, y el Museo del Louvre, en Francia, por tan solo citar algunos, han incorporado en su organigrama áreas dirigidas a gestionar la comunicación interna y externa, lo que ha redundado positivamente en el logro de sus objetivos institucionales.

Esto así debido a que la gestión museal ha evolucionado, y el museo ha pasado de ser un ente pasivo y limitado a la mera exposición de bienes patrimoniales, a ser un ente vivo y activo que se ve en la necesidad de iniciar un diálogo con sus audiencias desde antes de estas penetrar a las salas de exposición, a través de los diferentes medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales.

 Hasta hace algún tiempo, los museos daban prioridad a la transmisión de información a sus públicos, lo que ocasionaba una unilateralidad que impedía recibir una respuesta, por lo que se hacía imposible establecer un vínculo museo-público que diera pie a un proceso de comunicación efectivo y eficaz.

En la actualidad, los museos han evolucionado y se han transformado en espacios interactivos que propician un diálogo con sus públicos a través de diversas estrategias que incluyen a la tecnología como una aliada de primer orden. El museo de este siglo, sobre todo el europeo, se preocupa por educar, entretener y generar en sus audiencias un sentido de pertenencia y de involucramiento.

Estos cambios de paradigmas se encuentran amparados en diferentes teorías y modelos que marcan las pautas del modus operandi de cientos de museos en todo el mundo, en lo que se refiere a la comunicación institucional.

El abordaje de los mismos es de vital relevancia para el desarrollo la comunicación en los museos, debido a que estos otorgan una mayor comprensión del fenómeno en cuestión.

Mirfak Rowland es comunicadora cultural especialista en museos.