Las acusaciones de interferencia en las elecciones estadounidenses surgieron en 2016 en la campaña presidencial de Donald Trump
Cuatro ciudadanos estadounidenses y tres agentes de Inteligencia rusos han sido acusados formalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de orquestar una campaña de propaganda prorrusa y tratar de interferir en las elecciones estadounidenses.
El gran jurado federal de la ciudad de Tampa, en el estado de Florida, emitió la acusación formal contra las siete personas por trabajar en nombre del Gobierno ruso y el conjunto con el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), con el objetivo de desarrollar una "influencia maligna extranjera" en Estados Unidos.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Departamento de Justicia, los acusados rusos reclutaron, financiaron y dirigieron grupos políticos estadounidenses para actuar como agentes ilegales no registrados del Gobierno ruso y sembrar discordia y difundir propaganda prorrusa.
El servicio de Inteligencia exterior de Rusia supuestamente usó los derechos de libertad, de reunión y expresión como arma para dividir a los estadounidenses e interferir en las elecciones, según denunció el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Matthew Olsen.
El servicio de Inteligencia exterior de Rusia supuestamente usó los derechos de libertad, de reunión y expresión como arma para dividir a los estadounidenses
Olsen también declaró que el Departamento de Justicia no dudará en exponer y enjuiciar a quienes siembren la discordia y corrompan las elecciones estadounidenses al servicio de intereses extranjeros hostiles, ya sean ciudadanos estadounidenses o personas extranjeras en el extranjero.
La acusación contra estas siete personas se produce en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y Rusia, que han tenido desavenencias en temas como Ucrania, Siria y la ciberseguridad.
Las acusaciones de interferencia en las elecciones estadounidenses surgieron en 2016 y se centraron en la presunta influencia rusa en la campaña presidencial de Donald Trump.
Rusia ha negado cualquier implicación en la campaña, pero Estados Unidos ha sancionado a varios ciudadanos y entidades rusas por su supuesta participación en los esfuerzos de interferencia.
La acusación formal contra estos siete individuos destaca el compromiso de Estados Unidos de hacer frente a cualquier intento de interferencia extranjera en sus elecciones.