El ministro de Exteriores dominicana ha alertado al citado organismo de la ONU sobre la disolución del Estado haitiano
El canciller dominicano ha cuestionado al Consejo de Seguridad de la ONU por la lentitud del organismo para cumplir con la reclamada ayuda solicitada por Haití. Roberto Álvarez se pronunció en ese sentido en la reunión trimestral del referido órgano para tratar la explosiva situación de la nación caribeña.
El ministro Álvarez aseguró que existen ejemplos de otras iniciativas de apoyo a países en crisis, para las cuales la asistencia internacional no ha tenido tales trabas.
El canciller dominicano mencionó que, como dicen algunos, los países reciben atención en función de una estratificación diferenciadora.
El diplomático también hizo hincapié en que cualquier decisión que evada una asistencia efectiva urgente para Haití podría considerarse una abdicación de la responsabilidad de la comunidad internacional, ya que la soberanía del Estado conlleva la obligación de proteger a su propio pueblo.
El canciller explicó que cuando un Estado no puede hacerlo plenamente, esta responsabilidad corresponde a la comunidad internacional, para lo cual se deben emplear los medios diplomáticos, humanitarios y de cualquier otra índole dentro de su competencia.
El canciller dominicano aseguró que la situación en Puerto Príncipe es comparable a la de un conflicto armado interno
Por otro lado, el ministro de Exteriores dominicana ha alertado al citado organismo de la ONU sobre la disolución del Estado haitiano debido a la grave inseguridad y problemas sociales que afectan al país. .
Álvarez reconoció el trabajo del Comité de Sanciones y de su Panel de Expertos, que han identificado los sectores que fomentan actividades criminales y contribuyen a la inseguridad en Haití.
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Además, reiteró la necesidad urgente del envío de una fuerza internacional de apoyo a la Policía Nacional Haitiana, tal como ha sido solicitada por las propias autoridades de ese país.
Por último, el canciller informó que el Gobierno dominicano dispuso la prohibición de entrada a un número de ciudadanos haitianos con el fin de salvaguardar la seguridad e integridad del territorio dominicano y como una forma de apoyar los esfuerzos del Consejo de Seguridad.
La medida es un reflejo de la creciente tensión entre los dos países vecinos, especialmente en la zona fronteriza.
