El contacto con el sistema de justicia tiene un impacto psicológico negativo en las víctimas, quienes se sintieron cuestionadas, juzgadas y no escuchadas.
Tras pasar por todos los episodios de la violencia de que son objeto las mujeres, algunas se enfrentan a otra experiencia que puede resultar igualmente dolorosa: denunciarlas y pasar por el proceso judicial. Un estudio ha analizado el impacto que esto tiene en la autopercepción y autoestima de las mujeres víctimas de violencia de género.
Los resultados de la indagación de investigadores del grupo Sistema de Justicia Penal (VICRIM) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), indican que el contacto con los profesionales del sistema de justicia tuvo un impacto psicológico negativo en las víctimas, quienes se sintieron cuestionadas, juzgadas y no escuchadas.
Consideran que ese efecto es particularmente importante porque las mujeres que han sufrido violencia de género ya tienen una baja autoestima y complejidad psicológica debido a la violencia, lo que las coloca en una situación de vulnerabilidad.
Sostiene que el sistema judicial puede revictimizar a estas mujeres, ya que muchas se sienten juzgadas y cuestionadas por los operadores jurídicos, y no se sienten creídas.
Las mujeres que han sufrido violencia de género ya tienen una baja autoestima y complejidad psicológica debido a la violencia, lo que las coloca en una situación de vulnerabilidad.
Además, a menudo se espera que las mujeres encajen en un "perfil de víctima" débil, sumisa y pasiva, lo que puede interferir en su proceso de recuperación.
En América Latina, entre el 60% y el 76% de las mujeres han sido víctimas de violencia por razones de género en distintos ámbitos de su vida, y en promedio, 1 de cada 4 mujeres ha sido víctima de violencia física y/o sexual por su pareja.
Las mayores tasas de asesinatos a mujeres en América Latina se registraron en Honduras, República Dominicana, El Salvador, Bolivia y Brasil.
El estudio analiza la autopercepción de un grupo de 23 mujeres residentes en España víctimas de violencia de género que al denunciar a sus agresores pasaron por el proceso judicial
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