Los nuevos 1.500 efectivos se sumarán a los 2.500 militares que ya están desplegados en la frontera para apoyar a las fuerzas fronterizas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha ordenado el envío de 1.500 militares a la frontera sur de su país para frenar la previsible ola migratoria que podría producirse tras el levantamiento de las últimas restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus, previsto para el 11 de mayo.
La medida se ha tomado a petición del Departamento de Seguridad Interior para reforzar la seguridad en la frontera con México de forma provisional durante un periodo de 90 días.
Los nuevos 1.500 efectivos se sumarán a los 2.500 militares que ya están desplegados en la frontera para apoyar a las fuerzas fronterizas.
Los militares que se enviarán serán de las Fuerzas Armadas y no de la Guardia Nacional, y no estarán armados, recoge Europa Press.
Las unidades militares podrán hacer uso de la fuerza o realizar detenciones, pero siempre en apoyo a la Patrulla Fronteriza y en cumplimiento con la Ley Posse Comitatus que les impide servir como fuerzas de seguridad dentro de las fronteras de Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Interior ha destacado que los militares realizarán labores que no son de las fuerzas de seguridad, tales como detección en tierra y seguimiento, introducción de datos y apoyo logístico.
Los militares que se enviarán serán de las Fuerzas Armadas y no de la Guardia Nacional, y no estarán armados, recoge Europa Press.
Se indica que en ningún caso realizarán actividades de aplicación de la ley ni interactuarán con migrantes u otros individuos bajo custodia del Departamento de Seguridad Interior.
Además, se ha subrayado que el departamento de Aduanas y Protección de Fronteras está invirtiendo en tecnología y personal para reducir en los próximos años su necesidad de apoyo por parte del Departamento de Defensa.
Es importante destacar que el Departamento de Defensa lleva desde 2006 apoyando las labores de vigilancia de fronteras y que, en el mandato de Donald Trump, llegaron a ser más de 5.000 los efectivos militares enviados como refuerzo.
Esta medida se enmarca dentro de la política migratoria del Gobierno de Biden, que ha prometido una reforma del sistema de inmigración y ha tomado medidas para revertir algunas de las políticas de su predecesor, como la separación de familias en la frontera.
Sin embargo, Biden también ha sido criticado por mantener algunas de las medidas de la administración anterior, como las deportaciones masivas de migrantes.
El aumento de la llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos es un problema recurrente en los últimos años. En marzo, se registró el mayor número de detenciones de migrantes en la frontera con México en los últimos 15 años.
Esto ha generado tensiones entre Estados Unidos y México, que ha acusado al país norteamericano de no cumplir con sus compromisos de ayuda al desarrollo en la región para abordar las causas profundas de la migración.