Philip Davis alega que la economía de su país no aguanta la masiva inmigración.
El primer ministro de las Bahamas, Philip Davis reiteró la postura del país caribeño sobre la deportación de haitianos, argumentando que la comunidad internacional no está haciendo lo suficiente para ayudar a los migrantes o mejorar la situación de Haití.
La declaración de Davis se produjo en respuesta al Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, pidió a los países que detuvieran temporalmente las deportaciones a Haití debido a los disturbios civiles, la violencia de pandillas y los secuestros.
El Comité expresó su preocupación por los abusos contra los inmigrantes haitianos en las Bahamas y en otros lugares. Davis afirmó que no podía acceder a la petición de la ONU y que las Bahamas no podían soportar la carga de continuar acogiendo y manteniendo a la cantidad de migrantes que huyen de Haití a sus costas.
Los recursos de las Bahamas son limitados, y el país ya está sobrecargado por el hecho de interceptar, detener y enviar de regreso a los migrantes haitianos, dijo, segun reseña del periodico http://www.tribune242.com/.
Davis llamó a otros países de la región para que ayuden con la crisis en Haití, ya que las Bahamas no pueden soportar demasiados inmigrantes.
Recientemente el ministro de Inmigración, Keith Bell, reveló que más de 2000 personas habían sido repatriadas desde Las Bahamas entre enero y finales de marzo de este año.
El gobierno de las Bahamas ha mantenido su postura de larga data de que la comunidad internacional debe reunir los recursos necesarios para proporcionar a Haití un paquete económico,