La reconstrucción abarca el tramo desde la avenida Charles de Gaulle hasta la avenida Hípica.
Residentes de habitacionales y barrios cercanos a la avenida Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, conocida como la autopista de San Isidro, han vuelto a manifestarse en contra de la construcción de un muro que pretende convertir esta vía en un corredor expres.
La reconstrucción abarca el tramo desde la avenida Charles de Gaulle hasta la avenida Hípica, y los manifestantes reprochan al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) por esta medida.
En una concentración llevada a cabo en Plaza Moderna, los residentes marcharon en dirección este-oeste, coreando consignas en contra de la edificación del muro. Según explicaron, si bien las autoridades buscan organizar el tránsito y prevenir accidentes, la modificación de la avenida resultará más tediosa para los habitantes de la zona.
Hace unos meses, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Deligne Ascención, anunció que los trabajos de ampliación de la autopista a San Isidro, también conocida como avenida Rafael Tomás Fernández Domínguez, estarían finalizados a principios del próximo año, a más tardar en febrero. Esta obra, junto con las expropiaciones que se llevarán a cabo, representa una inversión superior a los 2,800 millones de pesos.
El ministro Ascención destacó la importancia de esta obra para el municipio Santo Domingo Este, que es el centro de un desarrollo urbanístico en el que se han construido miles de apartamentos tanto por iniciativa privada como gubernamental a lo largo del tiempo. Durante un recorrido de supervisión realizado este miércoles, se llevó a cabo la demolición del local que anteriormente albergaba el destacamento policial La Avanzada, en el marco de la ampliación de la vía.
Las protestas de los residentes reflejan la preocupación y el descontento ante los cambios propuestos en la autopista de San Isidro. Aunque el objetivo de la construcción del muro es mejorar la circulación y la seguridad vial, los habitantes de la zona expresan que esta medida causará inconvenientes en su vida diaria. El diálogo entre las autoridades y los residentes resulta fundamental para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes y minimicen los impactos negativos en la comunidad.
La marcha fue encabezada por el presidente de la Asociación de Empresarios de Santo Domingo Este (ADESADE) y el movimiento Fuerza Emprendedora, el empresario Elmin Noboa.
“Estamos aquí a una sola voz reclamando que nos ajustemos al plan original, el de la isleta”, aseguró Elmin Noboa.
Advirtió que están dispuestos a marchar todos los domingos de forma pacífica.
Aseguró que con la construcción del muro se han violado todos los derechos humanos.
De su lado, el también comerciante Domingo Espinal, propietario de una farmacia dijo que las ventas de su negocio han caído en más de un 60 por ciento.
Agregó que lo que se está cometiendo con él es un total abuso.
Domingo Espinal pidió al presidente de la República Dominicana Luis Abinader acudir a la zona a escuchar a los comerciantes y residentes de la zona.