La ONU ha pedido "apoyo urgente" para el país más pobre de América.
MADRID, 16 de mayo (PRENSA EUROPA) -El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reconoció este lunes la dificultad de movilizar a la comunidad internacional para hacer frente a la crisis en Haití a través de una propuesta de formación de una fuerza policial internacional para desmantelar las bandas armadas y apoyar un proceso político que gane el reconocimiento de todas las partes involucradas.
“Ha sido un ejercicio desafiante. Ha sido difícil movilizar la voluntad de quienes tendrían la mejor capacidad para liderar esta operación. También ha sido difícil crear las condiciones políticas para facilitar que diferentes países acepten ser parte de esta acción. , dijo Guterres durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness.
Guterres, quien expresó su apoyo a las iniciativas de Jamaica, agradeció a Holness que Jamaica sea el primer país en "expresar de inmediato su voluntad de participar en esta operación", así como su contribución a un proceso político "que busca reunir a los diversos actores para encontrar una salida a esta crisis política".
Así, el secretario general de la ONU subrayó que el país centroamericano "está en una situación muy trágica", donde el sistema político está paralizado, los niveles de violencia de las pandillas "son absolutamente terribles" y las necesidades humanitarias son "dramáticas".
"La cantidad de personas que han muerto, la cantidad de personas que no pueden vivir sus vidas, los problemas dramáticos de la inseguridad alimentaria son, de hecho, algo que requiere un compromiso mucho mayor de la comunidad internacional", enfatizó.
La escalada de violencia en Haití, con zonas prácticamente controladas por bandas armadas y con incidentes diarios de ataques y secuestros, se ha cobrado la vida de más de 1.400 personas desde principios de año, según una estimación de Naciones Unidas. La ONU ha pedido "apoyo urgente" para el país más pobre de América.
El incremento de la violencia armada también ha empeorado las estadísticas del hambre, al punto que este año habrá un 30 por ciento más de niños afectados por desnutrición aguda severa, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que teme que las cifras pasen de 87.500 a 115.600.