Hernández agradeció a las entidades que respaldan su llamado, destacando los altos costos sociales y económicos que representan los paros convocados por la ADP.
El Ministro de Educación de la República Dominicana, Ángel Hernández, hizo un llamado a la sociedad dominicana para construir un consenso nacional y evitar la pérdida de más días de clase.
Hernández expresó su agradecimiento a las entidades que respaldan su llamado, destacando los altos costos sociales y económicos que representan los paros convocados por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
En una declaración emitida recientemente, el ministro Hernández resaltó la importancia de sumar más grupos y personas a este compromiso de no perder más días de clase, a menos que sea por una calamidad pública.
Agradeció el apoyo y aporte de instituciones como la Federación de Asociaciones de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (ADMAES), la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), el senador Pedro Catrain de Samaná, editoriales de periódicos impresos y destacados profesionales y especialistas en Derecho Constitucional.
El Ministro de Educación también expresó su respaldo y reconocimiento al esfuerzo de los docentes en las aulas para lograr el aprendizaje de los estudiantes, a pesar de los paros convocados por el sindicato.
Sin embargo, hizo hincapié en que el método de lucha utilizado por el sindicato viola el derecho de los niños a recibir educación, especialmente después de la impactante pandemia que afectó el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
Hernández reiteró la disposición del Ministerio de Educación para dialogar con la ADP sobre todos los temas y en todos los escenarios, pero dejó claro que no están dispuestos a permitir que se continúe perjudicando el derecho constitucional de los estudiantes a recibir educación.
El Ministro destacó que cada día de clase perdido tiene un costo económico significativo para el país, estimado en más de 700 millones de pesos, que todos los contribuyentes pagan con sus impuestos.
Sin embargo, señaló que más allá de ese costo económico, existe una deuda social acumulada que afecta al pueblo dominicano, y la educación es uno de los principales rezagos de esa deuda. Subrayó que esta situación condena al atraso y perpetúa la cadena de pobreza, ya que son los más pobres quienes asisten a las escuelas públicas.