Le hicimos saber por varias vías a nuestros amigos Danilo Medina y Abel Martínez, que su posición negadora a posibles alianzas no encontraría eco ni en su propio partido.
Por José Francisco Peña Guaba
Todos me saben auspiciador de la unidad entre las organizaciones políticas, por eso hace años constituimos el Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (FOPPPREDOM) para con el lema “unidad en la diversidad” encontrar los puntos comunes en la que coincidimos las organizaciones integrantes de nuestro sistema nacional de partidos.
Cuando nadie creyó que podíamos sentar en una misma mesa a radicales adversarios, lo logramos en base a trabajo y al respeto a las individualidades de todos y cada uno de los partidos políticos de nuestra media isla.
Así lo hemos querido hacer desde el litoral opositor, unir a la misma, evitar que esta se atomice, hacer conciencia de lo imprescindible de construir propuestas con candidaturas comunes para poder enfrentar a los que serán postulados por la maquinaria oficialista.
Reconozco que en el tránsito para concientizar a los actores me he visto muy vehemente en defensa radical de la unidad y en choque frontal con los anti alianzas, no he tenido alternativa que salir a pelear por y para construir los puentes para hacer realidad la unidad opositora.
Se me ha visto confrontar públicamente a una parte importante del liderazgo de los morados para hacerles ver que la unidad es el único camino que nos queda a los de la oposición, en ese proceso hemos tenido que plantar cara a los que estigmatizan por adelantado la posibilidad de una alianza entre los verdes de la Fuerza del Pueblo y los de la estrella amarilla del Partido de la Liberación Dominicana.
Le hicimos saber por varias vías a nuestros amigos Danilo Medina y Abel Martínez, que su posición negadora a posibles alianzas no encontraría eco ni en su propio partido porque las bases, la dirigencia y los aspirantes a las candidaturas solicitarían a su Comité Político que se discutiera el tema de las alianzas y que se aprobara en el mismo una comisión que se encargara de iniciar las conversaciones con los demás partidos de oposición para explorar fórmulas de unidad.
El CP de la tolda morada la aprobó actuando con sensatez e inteligencia política, decisión que abrió las puertas para que dicho partido participe en la construcción de la plataforma de concertación llamada Coordinadora Electoral Opositora, frente de partidos que harán realidad el sacar del poder a los apaga estufas oficialistas.
La fortaleza de la unidad es comprobable y pasó a demostrar porque es obligatoria y necesaria, para todas las organizaciones de oposición en el país, veamos:
1- El voto patrimonial del gobierno va unido a las elecciones, se entiende, por resultados electorales anteriores, que este dificilmente deberá tener menos de 35 puntos, de ese preciso porcentaje parten ellos para buscar la victoria, divididos los partidos de oposición no alcanzarían en solitario ganarle al oficialista PRM y es por ello que las candidaturas, sobre todo las uninominales (senadores, alcaldes y directores distritales), deben ser comunes, respaldadas por la mayoría de los partidos opositores.
2- No se puede incentivar la presentación de varias propuestas de postulados en una misma demarcación por parte de los diferentes partidos de oposición, la atomización lo único que conseguiría es debilitar la opción que de verdad tiene posibilidad real de ganarle al oficialismo.
3- Las dos principales fuerzas opositoras la representan la FP y el PLD, qué ganarían estos partidos bifurcando el voto opositor en las demarcaciones, cuando lo correcto y prudente es que ambas organizaciones presentes boletas con candidatos comunes, para con ello parar un posible triunfo de los modernos.
4- La equidad, transparencia, interés y respeto al esfuerzo de la dirigencia local, es la clave para justos acuerdos, por eso es necesario buscar el consenso en la medida de lo posible, en las provincias, municipios y distritos donde el liderazgo opositor debería dialogar y traer propuestas de unidad a la dirección de sus respectivos partidos; buscaremos crear en la CEO una mesa de concertación para viabilizar esos pedimentos unitarios, que debe ser integrada por delegados de los partidos y agrupaciones opositoras.
5- En la CEO buscaremos también unificar toda la oposición en varios temas fundamentales: los que tienen que ver con asuntos atinentes al proceso de organización de las elecciones por parte de la JCE; el evitar o denunciar el uso de los recursos públicos en campaña, y buscar sanciones ejemplarizadoras para los que cometan delitos electorales.
6- La postulación de tantas opciones electorales es un verdadero dolor de cabeza para el triunfo de la oposición, porque el gobierno tratará de ir unido a las elecciones; a las organizaciones que respalden al oficialismo les exigirán presentar candidaturas comunes en las demarcaciones, una ventaja real del poder es que este tiene maneras de compensar a través de la nómina pública u otros beneficios a los posibles aspirantes disconformes en los territorios.
7- Las campañas electorales son verdaderas zafras económicas, son el auténtico mercado persa de la política, con lo costosísimo de una candidatura cualquiera que esta sea, convierte en un abuso de la dirección de cualquier partido opositor el auspiciar de manera improductiva el sangramiento de los recursos de sus aspirantes locales, postulando a los mismos en solitario, a sabiendas que estos no tienen la más mínima posibilidad de competir, mucho menos de ganar.
8- Aunque sé que hasta a mis amigos cercanos le molestará que de manera tan llana exprese que sin unidad electoral los candidatos a las posiciones uninominales de la oposición (senaduría, alcaldías y direcciones distritales) tienen una altísima posibilidad de perder las próximas elecciones, por lo cual las dirigencias locales deben procurar hacer entrar en razón a la dirección de sus partidos, indicándole sería un esfuerzo fútil el no unir los recuadros en la boleta electoral de las fuerzas opositoras.
9- Reconozco que el peligro de la oposición frente al gobierno se disminuye en las candidaturas plurinominales y preferenciales (diputaciones, regidurías y vocalías) porque estas se ganan con un % del voto, aunque se necesitará siempre un mínimo de votos para lograrlo, lo que llamamos el valor en votos del escaño (la cantidad de sufragios que se necesitaran para obtener el mismo).
10- Una formula unitaria en las demarcaciones (municipios y distritos) sería que las dos opciones principales compartan la participación en la boleta, el que más unifique sea el candidato a alcalde o director distrital y la segunda opción se postule a la vicealcadia o la sub dirección, sobre la base de que estos les den participación de ganar a las otras fuerzas aliadas, claro en función de los aportes en votos de cada uno de los partidos en los municipios o distritos.
A mi parecer se deberá incluir de inmediato las senadurías para poder llegar acuerdos en mucho de los casos con las alcaldías de los municipios cabeceras de provincias, porque siempre existen dos liderazgos locales principales y a modo de equilibrar la boleta, se debe incluir y motivar a los mismos.
Cada demarcación tiene sus particulares situaciones y también se debe reconocer que le será mucho más difícil a la Fuerza del Pueblo el poder tomar decisiones unilaterales, porque esta organización ya tiene alianzas pactadas con varios partidos en los niveles Presidencial y en los uninominales, pero también tiene conversaciones adelantadas con otras organizaciones políticas independientes sobre posibles acuerdos en los niveles municipal y congresual.
He sido, soy y seré un abanderado de la unidad y valoro como muy positiva la decisión del CP del PLD, pero estos tendrán que ser muy comprensivos porque casi todas las fuerzas opositoras ya habían conversados de posibles acuerdos, no será nada fácil un acuerdo bilateral entre el PLD y la FP al margen de los compromisos de participación contraídos con las demás organizaciones políticas opositoras.
Con esto, y no deseo que se malinterprete, de que estamos poniendo de manera alguna piedras en el camino a los acuerdos con los morados, pero entiendo que los partidos reconocidos que están en oposición, todos aspiran a tener una participación decorosa en candidaturas dentro de una coalición opositora.
Aunque la mayoría del voto opositor lo tiene la FP y el PLD, el no incluir a tantos partidos en la ecuación, puede resultar muy arriesgado para ambos, porque esto podría dar pie a un acuerdo de las demás fuerzas opositoras excluidas en especial en las candidaturas uninominales, lo cual que podría hacer perder una alianza bilateral de la FP y la tolda morada.
La carpintería de armar la unidad opositora es tarea ciclópea, estoy convencido de que no se podrá realizar en todas las provincias, municipios y distritos, pero debemos hacer el mayor esfuerzo en hacer realidad que la Coordinadora Electoral Opositora pueda lograr que esta se concretice en donde más se pueda, porque lo importante es la percepción de la unidad de la oposición, el llevar a la población la tranquilidad de que sabremos ponernos de acuerdo y así restar capacidad al oficialismo de hacerse dueño por adelantado de un posible triunfo electoral.
Ganaremos mucho la oposición con que los electores vean que somos capaces de insistir en los puntos que nos unen, de dialogar y buscar consensos a sabiendas de las profundas diferencias del pasado, que vean al liderazgo opositor actuando con la mesura que demanda el momento, donde con inteligencia estratégica y emocional garanticemos los anhelos de unidad de nuestras militancias y de la mayoría de los ciudadanos desesperados por salir de los modernos, que han encarecido de manera demencial el costo de la vida a la gente, que no han podido enfrentar el tema de la inseguridad pública y que cada día hipotecan más al país, con un festival de empréstitos que como van terminarán casi duplicando la onerosa carga de la deuda externa.
Les digo claro a mis aliados de la Fuerza del Pueblo, a mis amigos del Partido de la Liberación Dominicana y a mis colegas directivos de los partidos emergentes opositores, que el país no nos perdonará si nosotros por egos, aptitudes, radicalismos o por falta de miras, no buscamos fórmulas para unir electoralmente a la oposición y evitar con ello que el soberano en las próximas elecciones haga realidad el sacar al popismo gobernante del Palacio Nacional.