Descarta la posibilidad de que se produjera un homicidio o asesinato.
El Departamento de Justicia estadounidense ha confirmado este martes que la muerte del multimillonario Jeffrey Epstein, acusado de pedofilia y tráfico de menores, fue un suicidio, pero ha matizado que el incidente tuvo lugar debido a una serie de "negligencias y fallos".
Un informe interno señala que la "inadecuada posición de las cámaras de seguridad" y la "escasez de personal" facilitaron que Epstein se quitara la vida en la celda de la prisión en la que se encontraba encarcelado a la espera de que se celebrara el juicio en su contra.
El inspector Michael Horowitz ha citado, entre los principales errores del sistema penitenciario, no haber asignado a Epstein un compañero de celda, además de la presencia de "demasiada ropa de cama", lo que supuso un "problema de seguridad" para el reo.
Se trata de los resultados de la última investigación realizada por el Departamento de Justicia en torno a la muerte de Epstein en agosto de 2019, que descarta la posibilidad de que se produjera un homicidio o asesinato.
El gobierno entiende que el incidente pudo haberse evitado ya que tuvo lugar debido a una serie de "negligencias y fallos".
Así, el nuevo informe apoya los resultados de investigaciones anteriores, que también apuntaban a que no había personal suficiente la prisión cuando el reo se quitó la vida. El texto recomienda imponer cargos contra seis trabajadores, si bien únicamente dos de ellos han sido imputados tras su muerte.
Epstein fue arrestado en julio de 2019 por cargos de abuso sexual y tráfico de decenas de niñas a principios de los años 2000. Este millonario, quien llegó incluso a codearse en algún momento con personalidades como el príncipe Andrés de Inglaterra –el hijo de Isabel II–, Bill Clinton o Donald Trump, fue descubierto ahorcado en su celda.