Dado que Vamos comparte una agenda similar a la de la UNE, se vislumbra la posibilidad de una alianza entre ambos partidos
En las recientes elecciones en Guatemala, el partido oficialista Vamos ha logrado obtener la mayor representación en el Congreso, con un total de 39 diputados. Le sigue de cerca la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de Sandra Torres, con 28 diputados, y Semilla de Arévalo, con 23 diputados.
El resultado electoral plantea la posibilidad de una segunda vuelta en la que Torres, de la UNE, y Bernardo Arévalo, de Semilla, se disputarían la presidencia.
Dado que Vamos comparte una agenda similar a la de la UNE, se vislumbra la posibilidad de una alianza entre ambos partidos en caso de que Torres obtenga la victoria en la segunda vuelta.
Por su parte, a Arévalo le resultaría más difícil asegurar apoyos que respalden sus propuestas legislativas, recoge Europa Press.
Tanto Torres como Arévalo se presentaron como opciones socialdemócratas y enfrentan el reto de convencer a más del 70 por ciento del electorado que optó por opciones conservadoras o votó nulo o en blanco.
En caso de que Torres resulte victoriosa, se espera que pueda contar con el apoyo de varios diputados de Vamos e incluso del liberalismo conservador de Viva, que cuenta con 11 diputados.
Por otro lado, Arévalo podría obtener algunos votos de Cabal, que tiene 18 diputados, Vos con 4 diputados, y el partido indigenista Winaq, que ha conseguido un escaño.
El Parlamento estará conformado por un total de 17 fuerzas políticas, aunque solo tres de ellas tendrán más de diez diputados, mientras que nueve estarán por debajo de los cinco diputados.
Desde la perspectiva de la derecha, no está claro cuál de las dos opciones es la menos atractiva, lo que podría llevar a partidos conservadores, como el ultraderechista Valor-Unionista, a otorgar libertad de voto a sus electores.
Sin embargo, la falta de precedentes de una segunda vuelta entre dos fuerzas de izquierda dificulta establecer un escenario definitivo. Lo más probable es que tanto Torres como Arévalo centren su campaña en mensajes moderados para atraer al votante que se sitúa en el centro del espectro político.
Ambos candidatos tendrán el desafío de convencer tanto a los electores que optaron por otras candidaturas como a los más de 1,3 millones de guatemaltecos que dejaron la papeleta en blanco o votaron nulo, así como al 40 por ciento del electorado que ni siquiera acudió a votar.
La UNE, un partido histórico que ya ha tenido a un presidente de Guatemala en Álvaro Colom, exmarido de Torres, apelará a la desconfianza que pueda generar un proyecto de izquierda tan joven y definido como el de Arévalo para ganarse a los indecisos.
Por su parte, Torres buscará revertir este antivoto con el que el pueblo guatemalteco suele castigar a las élites políticas tradicionales.