Señala que el Corán debe ser considerado un libro sagrado tanto para el islam como para otras religiones.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha salido a defender el derecho de las personas a las creencias religiosas y que en Rusia la ofensa a estos sentimientos está tipificado como un delito, no como en "otros países".
"Somos conscientes de que en otros países actúan de manera diferente, no respetan los sentimientos religiosos de las personas y afirman que eso no constituye un delito", expresó el presidente ruso, recordando que la libertad religiosa está garantizada por la Constitución, según informó la agencia Interfax.
La posición del mandatario ruso, es una posible alusión a Suecia, donde durante la jornada se ha producido una manifestación en la que se ha quemado un ejemplar del Corán, recoge Europa Press.
Ademas, fueron producidas en un marco propicio para es declaraciones, pues el presidente ruso visitó la mezquita Juma de Derbent este miércoles, considerada el templo musulmán más antiguo de Rusia y ubicada en la república de Daguestán, en el extremo suroeste del país euroasiático, donde la mayoría de la población practica el islam.
El presidente ruso, ha recordado que la libertad religiosa está garantizada por la Constitución
Durante su visita, Putin afirmó que las autoridades rusas "siempre se apegarán a las normas legales" para castigar a aquellos que inciten al odio hacia los sentimientos religiosos, al mismo tiempo que señaló que el Corán debe ser considerado un libro sagrado tanto para el islam como para otras religiones.
Estas declaraciones del presidente ruso se producen con motivo de la celebración del Eid al-Adha, una de las festividades más importantes para los musulmanes. Coincidentemente, en Estocolmo, la capital de Suecia, se llevó a cabo una manifestación permitida por las autoridades en la que se quemó un ejemplar del Corán.
La protesta tuvo lugar cerca de una mezquita de Estocolmo y no se registraron incidentes significativos. Aunque el organizador no figura en el permiso oficial, uno de los principales impulsores de la concentración es el ultraderechista Rasmus Paludan, quien ya ha participado en iniciativas similares.