Ese polvo estaría enmascarando parte del crecimiento de las emisiones biológicas de metano.
Un estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' ha revelado que el polvo del Sáhara puede aumentar la eliminación de metano en la atmósfera, lo que podría tener implicaciones importantes para comprender el balance global de este gas de efecto invernadero.
El estudio incorpora un nuevo mecanismo propuesto que muestra cómo el polvo mineral sahariano, cuando se mezcla con el aerosol marino, forma aerosoles de polvo mineral y aerosol marino (MDSA).
Esos resultados sugieren que el MDSA, que contiene cloro, es activado por la luz solar, lo que lleva a la oxidación del metano atmosférico y del ozono troposférico mediante fotocatálisis, recoge Europa Press.
El metano es un gas de efecto invernadero muy potente, y sus concentraciones atmosféricas han aumentado considerablemente desde la época preindustrial. Las emisiones antropogénicas son una de las principales causas de este aumento, pero también influyen las emisiones naturales y los cambios químicos atmosféricos relacionados con las actividades humanas.
El incremento del polvo del norte de África ha aumentado la oxidación del metano en la atmósfera, lo que podría enmascarar parte del crecimiento de las emisiones biológicas de metano.
El estudio destaca que las emisiones biológicas de metano, como las provenientes de humedales y la agricultura, podrían estar aumentando debido al aumento de la temperatura global.
Sin embargo, el incremento del polvo del norte de África ha aumentado la oxidación del metano en la atmósfera, lo que podría enmascarar parte del crecimiento de las emisiones biológicas de metano.
El mecanismo MDSA puede influir en la cantidad de metano retirado de la atmósfera, y es necesario seguir investigando su funcionamiento en otras regiones del mundo. Para ello, los investigadores están recopilando muestras de aire en el Atlántico Norte para analizar el proceso de eliminación del metano.
En conclusión, este estudio proporciona nuevos datos sobre cómo el polvo del Sáhara puede afectar al equilibrio del metano atmosférico, lo que podría cambiar la comprensión actual de las fuentes de emisión de este gas de efecto invernadero.