La transformación digital implica la adopción de nuevas tecnologías.
Hace un par de semanas tuve el grato placer de participar como panelista en el Innovation Experience 23 by Multicómputos, evento donde se plantearon las últimas tendencias y soluciones en ciberseguridad, infraestructura y virtualización.
El panel se tituló: “Mitos, errores y realidades de las estrategias digitales en las organizaciones” y lo Compartí con profesionales de alto nivel, como Alejandro Floreán de IDC, Leonte Pallais Macias de Transacciones y Transferencias – 5B y Jean Carlos Bardot del Banco Popular Dominicano.
Durante este encuentro una de las preguntas que nos plantearon fue la siguiente: “¿Cuál sería la principal recomendación para las organizaciones que desean emprender la digitalización?”
Me permito compartirles mi respuesta a esta pregunta:
La principal recomendación que puedo dar a las organizaciones que desean emprender la digitalización, es que se aseguren de contemplar desde el inicio los aspectos de seguridad de la información en todos sus proyectos de transformación digital.
La transformación digital implica la adopción de nuevas tecnologías, la digitalización de datos y procesos, la conexión de sistemas y dispositivos, cambios que conllevan riesgos que deben ser adecuadamente gestionados para evitar consecuencias adversas para la organización.
Ignorar la seguridad de la información en un proceso de transformación digital puede tener consecuencias graves para una organización, incluyendo la pérdida de datos valiosos, la interrupción de operaciones, la violación de la privacidad de los clientes, entre otras.
No piensen en transformación digital sin contemplar la seguridad de la información, ya que es un elemento crítico que debe ser considerado desde el inicio de cualquier proceso de digitalización.
Adoptar un enfoque integral que incluya medidas de seguridad de la información desde el inicio de los proyectos de transformación digital beneficia a las organizaciones. Al hacerlo, se gestionan los riesgos asociados, se promueve la protección de los activos digitales y la salvaguarda de la privacidad de los datos, preservando la confianza tanto de los clientes internos como externos y de los socios comerciales. Este enfoque contribuye a una adopción segura y exitosa de las tecnologías digitales.
Por Juan Matos, MSc | Twitter: @juanmatos