La intensidad de la práctica política o de la “politiquería” que se vive sin pausa en el país.
La política es intrínseca a los dominicanos como el torrente sanguíneo que circula por sus venas. Los asuntos políticos son y han sido-para una amplia franja de dominicanos temas cotidianos y cuasi obligatorios, como si fueran alimentos para la vida.
¿Ha sido para bien o para mal? Todo depende “del color del cristal con que se mire”.
La intensidad de la práctica política o de la “politiquería” que se vive sin pausa en el país, ha servido para motorizar los actuales avances y modernización de la sociedad dominicana, según sostienen algunos. Afirman que, si no hubiera sido por los políticos, nadamos en los mares del atraso. Esto si se ve o analiza desde la óptica estrictamente partidaria, como se hace en la mayoría de los casos.
En tanto, existen otras visiones sobre esta misma temática. La ciencia política –según los expertos- tiene otra visión sobre el actual estado de sumisión del dominicano al quehacer político. Aseguran que, en vez de impulsar un desarrollo integral, la opción basada en la práctica política ha contribuido a nuestro atraso y nos ha conducido hacia el estado de vulnerabilidad en que viven muchos dominicanos. Ha llegado el momento en que, a juicio de observadores, el proceso politiquero –de no cambiar el rumbo- nos puede llevar incluso a debilitar nuestra ya frágil soberanía.
El insistente activismo político sustrae al dominicano común de pensar en la planificación. Opaca las iniciativas de progreso y vulnera los estados de esperanza. El ciudadano ha creado una cultura de dependencia de la práctica política, a tal punto que una buena parte de la juventud estudia, no para emprender un negocio o ejercer alguna actividad productiva que le permita crecer, sino en interés de enrolarse a un partido, conseguir un empleo y si tiene suerte, ser candidato a diputado, senador, alcalde o cualquier otra posición del Estado.
No realizan debates internos
Por eso vemos que los partidos políticos están centrados en las propagandas, en las alianzas, el transfuguismo, la oferta de nuevas y ya viejas promesas. Las organizaciones políticas no discuten a lo interno sobre planes de desarrollo nacionales ni comunitarios, no se abren a debates sobre las penurias y miserias que abaten todavía a muchos dominicanos, ni plantean entre sus militantes planes ni programas, y ni perspectivas específicas de desarrollo independiente para el país.
La actividad política está centrada -y ojalá no esté equivocado- en asegurar candidaturas a las posiciones electorales. Pero ¿quién o quiénes han formulado proyectos y programas específicos que contribuyan, por ejemplo, a crear nuevos empleos para la juventud, frenar la emigración y la inmigración extranjera?
¿O han propuesto acaso proyectos para construir nuevas infraestructuras –salvo la propuesta de nuevos trenes de transporte en la capital que hizo el gobierno-? ¿O políticas de desarrollo y salvaguarda de la zona fronteriza para prevenir que perdamos esa parte del país? Solo escuchamos sobre alianzas, compra de autoridades edilicias, emigración de un partido a otro, etc.
Es frecuente que los políticos se concentren en rebuscar todas las pifias y fallas en que se dice incurren los gobernantes. Pero ¿qué hiciste tú cuando tuviste tu oportunidad? ¿Por qué mejor no hace propuestas de soluciones a problemas ancestrales como el hambre, el empleo, el abandono de la zona rural, la falta de viviendas, agua, servicio eléctrico, etc.?
Partiendo de ese enfoque, me he atrevido a proponer, sin ser un experto en el área y como un simple ciudadano, mis propias propuestas que, según creo, pueden realizar los políticos gobernantes o los que aspiran a gobernar este país. En ese sentido, sugerimos diez decisiones que pueden estudiarse y, de entenderse factibles, realizarse desde el litoral de las obras públicas. Aspiramos a que los partidos, tanto el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) como el PLD, la Fuerza del Pueblo o las alianzas que aseguran gozan de reales posibilidades de ascender al poder, las tomen en consideración para sus programas de gobierno.
Sugerencias:
1) Construcción de una “Torre Inteligente o Edificio Inteligente” que albergue y soporte la gestión administrativa y operaciones del actual Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). La magnitud de las infraestructuras que se deberán construir en el futuro tiene una dimensión que debe ser vista desde lo alto y con acendrados niveles de inteligencia artificial (IA). Para eso, habrá que diseñar y construir un edificio inteligente, moderno y dotado de conexión de Internet 5G y tecnología avanzada para sustituir la antigua mole que hoy alberga al Ministerio de Obras Públicas (convocar una licitación pública nacional e internacional para el diseño de esta obra).
2) Construir un edificio de parqueos y oficinas para servidores del MOPC y visitantes al Estadio Quisqueya y demás oficinas públicas del sector.
3) Diseñar una pizarra electrónica que dé seguimiento y actualización de manera automática a los avances de las obras que ejecute el Ministerio de Obras Públicas, la cual:
a) Se instalaría en el despacho del ministro de Obras Públicas y tendría una conexión automática con la computadora del presidente de turno o con una pizarra similar ubicada en el despacho del mandatario.
b) En esa pizarra se daría seguimiento en término de porcentajes, gráficos e imágenes inteligentes de las obras que realice este ministerio en todo el país.
c) El diseño del software de esta pizarra y su estructuración electrónica podrían ser desarrollados por técnicos del ITLA. En caso de que no sea posible, entonces contratar una firma extranjera que despliegue la misma, obviamente, dando al MOPC los beneficios de la autoría.
4) Diseñar y construir tres Centros para la Calidad, Seguimiento y Mantenimiento de las Obras Públicas (CECALMOP) en las principales regiones del país. En tal sentido, el MOPC construiría el CECALMOP-Norte que se encargaría de garantizar la calidad y el mantenimiento continuo de las obras edificadas en la región Norte; el CECALMOP-Sur y el CECALMOP-Este, sucesivamente.
a) Estos centros tendrían la misión de supervisar y dar mantenimiento de manera permanente a las obras públicas en sus respectivas regiones, evitando así sus progresivos deterioros e impidiendo de esa manera que el Estado se vea en la obligación de realizar cuantiosas y millonarias inversiones periódicas para reconstruirlas. Se buscará sustituir el actual concepto de las oficinas regionales del MOPC existentes, ya que funcionarán con autonomía para presupuestar y ejecutar los trabajos de mantenimiento, previa supervisión central.
b) Además, estos Centros serían dotados de equipos avanzados de medición de la calidad de materiales utilizados, de los terrenos y de la estética de las obras y demás realizaciones. El CALMOP-Norte tendría que, por ejemplo, dar supervisión permanente a la Autopista Duarte y demás supercarreteras del Norte, corregir fallas y sugerir cambios que coadyuven a la seguridad vial de las importantes vías.
5).-Gestar la modificación de la Ley que rige el MOPC para que se incluya, entre otras actualizaciones, que a toda obra (pública o privada) que se construya en el país (edificaciones, puentes, presas, autopistas, carreteras, caminos vecinales, viviendas) cierre su terminación con la opción del premio “Sello Especial de Calidad” que será emitido por el Poder Ejecutivo a través de este ministerio.
a) El Sello podría contemplar, entre otros aspectos, exigir a los ejecutantes de una obra sin importar su tamaño o valor, una prueba de seguridad antisísmica, así como garantías de solidez y durabilidad del trabajo de cinco, diez, veinte, treinta y hasta 50 años, según la magnitud de la obra. El sello de calidad se entregará a todas las obras, independientemente de que sea o no construida por el MOPC o cualquier otra institución del Estado. Podría contemplarse la entrega de estos sellos en un acto público que se celebre en el Palacio Nacional. El Sello de Calidad podría servir para que las constructoras sean más competitivas en este pujante mercado y podrán emitirse pequeñas tarjas que atestiguan la calidad de la obra.
b) La evaluación para el Sello Especial de Calidad de Obras Públicas (SECAOP) estará a cargo de un Consejo Superior que integrarían el MOPC, el Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) y los decanos de facultades de ingeniería y arquitectura de universidades del país.
c) Compendiar todas estas ideas e iniciativas en un “MacroPlan” de transformación, modernización y cambio de la gestión y administración de las obras públicas en República Dominicana. Al respecto, se debe poner en manos de expertos estas propuestas para su conversión en proyectos con sus respectivos presupuestos y estudios de factibilidades.
6).-Aprovechar en el MOPC las nuevas tecnologías (5G, tecnología 3D y otras herramientas) para transformar el esquema de gestión administrativa, de manera que estas sirvan de soporte para la formulación de nuevos proyectos, soluciones integrales municipales, edificaciones, obras e iniciativas de modernización de las redes viales en todo el país.
7).- Diseñar una “hoja de ruta” para desarrollar estas iniciativas conforme a la necesidad y posibilidad del Estado para su realización.
8).- En lo que respecta a las soluciones municipales integrales, se definen como tales:
a) Seleccionar un municipio específico, intervenir, someterlo a un diagnóstico de sus necesidades y ejecutar en el mismo todas las obras requeridas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes (carreteras de acceso, drenajes, asfaltados, aceras y contenes, señalización de vías, etc.). Es decir, tomar un municipio o localidad cualquiera, someterlo a un proceso de CAMBIO total y dejarlo “como nuevo”. Se podría comenzar este modelo en un municipio del Sur, de los que se espera sean impactados con las inversiones que proyecta el gobierno para el desarrollo turístico.
b) Firmar con las autoridades de los municipios acuerdos de conservación de las obras realizadas y/o intervenidas.
c) Durante la intervención integral, firmar acuerdos para realizar obras conjuntas con instituciones como el INAPA, INDRHI, Agricultura, IAD, Ministerio de Medio Ambiente, Turismo, etc.
9).- Construir “rampas de desahogos intermedios” en las autopistas y carreteras de muchos kilómetros para que los conductores se detengan a descansar, cambiar gomas, chequear cualquier alteración en el vehículo, como forma de prevenir accidentes viales. Dichas rampas servirían, además, como puntos para acampar de los “agentes de seguridad vial” del MOPC.
10).-Diseñar y construir una supercarretera que enlace todas las provincias de la zona fronteriza, de manera que se facilite el transporte de productos industriales, agroindustriales y manufacturas de potenciales empresas que se instalen, motivadas por incentivos especiales, en esta estratégica región del país. Esta carretera serviría para transportar productos de exportación a los puertos más cercanos, y al vecino Estado de Haití.
*El autor es periodista.