UASD rinde honras fúnebres al director del Centro de la Academia en Nagua

El ex rector de la Primada de América, maestro Roberto Reyna, tuvo a su cargo el discurso de despedida.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) rindió este jueves  las honras fúnebres a los restos del académico y director del Centro de la Academia en Nagua, maestro  Rafael Bernardo Santana, durante una actividad de cuerpo presente realizada en el Museo de la  Sede Central de la institución, encabezada por el rector, maestro Editrudis Beltrán Crisóstomo y los miembros del Consejo Universitario.

El ex rector de la Primada de América, maestro Roberto Reyna, tuvo a su cargo el discurso de despedida, quien destacó sus cualidades personales y su trayectoria profesional en los diferentes espacios académicos donde se desempeñó, al tiempo de expresar lo difícil que es despedir a un amigo, al igual que a un familiar.

Indicó que su aporte al desarrollo de las ciencias y a la juventud fue una constante, ya que decidió entregar su vida por estas causas, las  que deja como un legado.

Exhortó a la comunidad de la provincia María Trinidad Sánchez, con su municipio de Nagua y su entorno, que a ellos les toca como una responsabilidad “darle continuidad al pensamiento, a la obra y a los sueños de ese gran amigo”.

“Hoy despedimos a Bernardo Santana, como un hombre de las humanidades y la educación”, dijo el ex funcionario uasdiano.

Reyna despidió al amigo con un poema de Antonio Machado, dedicado al amigo muerto, titulado “En el entierro de un amigo”.

Durante el acto fúnebre  habló también la subdirectora del Centro UASD Nagua, maestra Nicolasa Zabala.

Asimismo lo hizo el hijo del difunto, Manuel Emilio Santana Poché, quien representó a la familia y agradeció a Dios, porque su padre estuvo presente en la vida familiar y fue un ejemplo a seguir.

Dijo que a la familia le embarga un profundo dolor, ya que su padre era el soporte y guía.

“Nuestro padre era nuestro soporte, fue un hombre trabajador, leal, asimismo fue un profesional que le brindaba oportunidades a la juventud”, expresó. 

Al maestro Santana le sobreviven su esposa, Juana Poché y sus hijos, nietos, hermanos, hermanas y demás familiares.

En la actividad estuvieron presentes compañeros de aulas, funcionarios académicos, profesores, personal administrativo, entre otros.