La sigla IP se refiere a la capacidad de un dispositivo para resistir la entrada de elementos externos, como agua y polvo.
Con la temporada de verano en pleno apogeo y las actividades acuáticas y playeras en el horizonte, es crucial tener en mente la protección adecuada para nuestros dispositivos electrónicos. La combinación de agua, polvo y arena puede poner en riesgo la integridad de nuestros queridos gadgets si no tomamos precauciones. Aquí es donde entra en juego la certificación IP, un factor vital que a menudo pasa desapercibido pero que tiene un gran impacto en la durabilidad y resistencia de nuestros dispositivos.
La sigla IP corresponde a "Protección Internacional" (Ingress Protection en inglés) y se refiere a una norma de clasificación que evalúa la capacidad de un dispositivo para resistir la entrada de elementos externos, como agua y polvo. Esta certificación se representa mediante dos números: el primero indica la resistencia contra sólidos y el segundo contra líquidos, recoge Europa Press.
Por ejemplo, si ves una certificación IP67, el "6″ significa que el dispositivo está altamente protegido contra el polvo y el "7″ indica que es resistente al agua en ciertas condiciones. Incluso puedes encontrarte con una certificación que solo tenga una de las cifras, como IPX5, lo que indica que se ha evaluado la resistencia al agua pero no al polvo.
Cabe destacar que la certificación IP no garantiza la inmunidad absoluta ante los elementos, pero proporciona una guía útil para comprender cómo tu dispositivo puede enfrentar condiciones adversas.
La elección del nivel de certificación adecuado depende del uso que le des a tu dispositivo. Si simplemente lo usarás para tareas cotidianas, como hacer llamadas y enviar mensajes, un nivel de protección moderado podría ser suficiente. Por otro lado, si planeas llevar tu dispositivo en actividades deportivas extremas, es recomendable optar por un nivel de certificación más alto.
En cuanto a la resistencia al polvo, los niveles varían desde cero hasta seis. Un nivel de certificación IP1X indica que el dispositivo resiste partículas mayores a 50 mm, mientras que un nivel IP6 garantiza una hermeticidad total al polvo.
Cabe destacar que la certificación IP no garantiza la inmunidad absoluta ante los elementos, pero proporciona una guía útil para comprender cómo tu dispositivo puede enfrentar condiciones adversas.
La próxima vez que estés en la playa, la piscina o cualquier entorno propenso a dañar tus dispositivos, considera la certificación IP como un factor clave al elegir tu compañero tecnológico para el verano. Tu dispositivo te lo agradecerá con un funcionamiento óptimo y una mayor vida útil.