Las partículas de plástico más comunes fueron las fibras de poliéster y el polietileno.
Un estudio liderado por un estudiante de posgrado ha revelado un hallazgo alarmante: partículas de plástico microscópicas están presentes en las grasas y los pulmones de dos tercios de los mamíferos marinos analizados en una investigación sobre microplásticos oceánicos.
Este descubrimiento, realizado por investigadores de las universidades Royal Holloway University of London, Durham University y University of Surrey en el Reino Unido, sugiere que los microplásticos pueden trascender el tracto digestivo y alojarse en los tejidos de estos animales marinos.
El estudio, que se publicará en la edición del 15 de octubre de Environmental Pollution, y que recoge Europa Press, ha generado preocupaciones sobre las posibles implicaciones de la presencia de microplásticos incrustados en los mamíferos marinos.
Aunque aún no se ha determinado el alcance exacto de los daños que podrían causar, otros estudios han vinculado los plásticos con posibles perturbaciones hormonales y efectos disruptores en el sistema endocrino.
"Esta es una carga adicional además de todo lo demás que enfrentan: el cambio climático, la contaminación, el ruido, y ahora no solo están ingiriendo plástico y lidiando con los fragmentos grandes en sus estómagos, también están siendo internalizados", afirmó Greg Merrill Jr., un estudiante de posgrado del Laboratorio Marino de la Universidad de Duke.
El estudio y sus implicaciones
Las muestras de tejido fueron recolectadas de 32 animales varados o capturados para subsistencia entre 2000 y 2021 en Alaska, California y Carolina del Norte. Estos incluían 12 especies distintas, con hallazgos sorprendentes: las partículas de plástico identificadas oscilaban en tamaño entre 198 y 537 micrones, siendo comparables en diámetro a un cabello humano que tiene aproximadamente 100 micrones.
Las partículas de plástico más comunes fueron las fibras de poliéster, un subproducto común de las lavadoras, y el polietileno, componente de los envases de bebidas. Además, el color más prevalente fue el plástico azul.
El alcance del problema y futuras investigaciones
Este estudio refuerza la creciente preocupación sobre la contaminación por plásticos en los océanos y resalta cómo estos microplásticos pueden acumularse en tejidos de mamíferos marinos, lo que podría tener efectos aún no comprendidos en la salud de estos animales.
El próximo paso en la investigación de Greg Merrill Jr. involucra pruebas de toxicología de partículas plásticas utilizando líneas celulares cultivadas a partir de tejidos de ballenas biopsiados. Los resultados podrían arrojar luz sobre los posibles impactos metabólicos de la presencia de microplásticos en los tejidos de los mamíferos marinos.
Este descubrimiento subraya la urgencia de abordar la crisis global de los plásticos y promover soluciones sostenibles para reducir la liberación de microplásticos en los océanos, con el fin de preservar la salud de los ecosistemas marinos y la vida silvestre.