Para el mandatario colombiano la dinámica actual del mercado de drogas, refleja la transformación estructural de esa actividad y afecta al comercio de cocaína.
Para el presidente de Colombia el aumento del consumo de fentanilo en Estados Unidos ha provocado una serie de consecuencias inesperadas, incluido un aumento en la violencia del narcotráfico en Ecuador, con trágicas implicaciones, como el reciente asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
Lo anterior forma parte de una reflexión detallada de Gustavo Petro que aborda los cambios en el mercado de cocaína y su impacto en la violencia del narcotráfico en la región.
Para el mandatario colombiano la dinámica actual del mercado de drogas, refleja la transformación estructural de esa actividad y afecta al comercio de cocaína, recoge Europa Press.
"El mercado de la cocaína se desplomó en EEUU, reemplazado por uno peor, el del fentanilo, que ya les mata 100.000 personas al año", explicó Petro en una publicación en su cuenta de la red social X (anteriormente conocida como Twitter).
La cifra de 100.000 fallecidos, proporcionada por los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, hace referencia a las muertes por sobredosis en 2021, siendo dos terceras partes de estos fallecimientos atribuidos al consumo excesivo de fentanilo.
Esta evolución en el mercado ha tenido un profundo impacto en la dirección del narcotráfico. Antes, los laboratorios y cultivos se orientaban hacia el norte, a través del Pacífico o hacia el Caribe. Ahora, han girado hacia el norte, adentrándose "al otro lado de la cordillera de los Andes hacia la selva amazónica".
Petro sostiene que la principal zona cocalera ha cambiado su ubicación. Ya no es la región pacífica de Nariño, sino una franja de 10 kilómetros a lo largo de la frontera colombo-ecuatoriana, en dirección a Brasil y Europa vía África, o a Ecuador y Perú para llegar a Asia oriental, incluyendo Japón y Australia.
"Esta es la razón por la que Ecuador ha superado en violencia a Colombia, y quizás es por esto que asesinaron al candidato presidencial Fernando Villavicencio", añadió Petro.
El impacto del fentanilo también ha generado un cambio en el precio de la hoja de coca en áreas dedicadas a la exportación hacia Estados Unidos. Las organizaciones armadas en esas regiones han buscado compensar sus pérdidas sustituyendo las ganancias de la cocaína por actividades ilícitas como la minería de oro, la extorsión y el secuestro de la población local.
"Esta es la razón por la que Ecuador ha superado en violencia a Colombia, y quizás es por esto que asesinaron al candidato presidencial Fernando Villavicencio", añadió Petro.
El asesinato del candidato presidencial, ocurrido pocos días antes de las elecciones, ha causado conmoción en Ecuador, que ha enfrentado un aumento en la criminalidad vinculada al narcotráfico internacional.
En su intento por abordar esta crisis, Petro sugiere que las mafias paraguayas y uruguayas podrían buscar establecer una economía ilícita en Bolivia. Además, especula que los laboratorios de cocaína podrían ubicarse en Europa para competir en calidad ante la invasión de drogas químicas y fentanilo.
Petro concluye advirtiendo sobre la necesidad de prepararse para contrarrestar los efectos del consumo de fentanilo en la juventud colombiana, y reflexiona sobre cómo el consumo de drogas ha evolucionado en relación con las ideologías predominantes.
"De la marihuana del capitalismo del bienestar y sus juventudes rebeldes hemos pasado a la cocaína, la droga de la competitividad y el neoliberalismo; y ahora entramos en la droga de la muerte, el fentanilo: la droga del capitalismo de la crisis climática y la guerra", lamentó Petro.