Además de las víctimas mortales los devastadores incendios en Hawái han dejado millonarias pérdidas
Las secuelas de los incendios forestales que han asolado Hawái en los últimos días, con especial intensidad en la isla de Maui, han continuado agravándose con el anuncio del gobernador del archipiélago, Josh Green, quien confirmó que la cifra de muertos ha aumentado a 99 y anticipó que podría incrementarse significativamente en los próximos días.
En una entrevista con la cadena CNN, el gobernador Green manifestó: "El número de muertos crecerá de forma muy significativa. Estamos estudiando todas las cifras", insinuando la posibilidad de que el recuento final podría duplicarse en los próximos diez días.
Las labores de búsqueda y rescate continúan en medio de condiciones adversas, ya que las altas temperaturas obstaculizan los esfuerzos de los equipos de búsqueda y los perros rastreadores, quienes solo pueden trabajar en intervalos de 15 minutos debido al calor.
La magnitud de los daños es tal que las agencias de calificación crediticia Moody’s Analytics estiman que los costos oscilan entre 3.000 y 7.500 millones de dólares, recoge Europa Press.
En Maui, los esfuerzos por contener los tres principales focos de fuego han tenido éxito en distintos grados, con uno ya completamente controlado, y los otros dos bajo control en un 60 y 80 por ciento respectivamente.
La magnitud de la devastación ha resultado en áreas bloqueadas, y solo una pequeña porción de las zonas afectadas ha sido investigada.
A medida que se continúa con los esfuerzos de extinción y rastreo, las voces que claman por rendición de cuentas también ganan fuerza. La comunidad exige respuestas sobre por qué el sistema de alerta no funcionó a tiempo y si el cableado eléctrico tuvo algún papel en el origen de los incendios, exacerbados por vientos huracanados.
Esta tragedia ya se considera el desastre natural más mortífero en la historia reciente de Hawái y el brote de incendios más letal en Estados Unidos en más de un siglo, superando incluso la cifra de víctimas de una serie de incendios en Minesota y Wisconsin en 1918, en la que fallecieron 453 personas.
Las autoridades y la comunidad enfrentan ahora el difícil proceso de reconstrucción y búsqueda de respuestas en medio de esta devastación sin precedentes.