Un destacado dirigente del Movimiento Revolución Ciudadana (RC5) ha sido la nueva víctima.
La violencia política en Ecuador ha alcanzado nuevas y preocupantes dimensiones con el trágico asesinato de Pedro Briones, destacado dirigente del Movimiento Revolución Ciudadana (RC5), liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Briones fue víctima de un tiroteo mortal en la localidad de San Mateo, provincia de Esmeraldas, una región fronteriza con Colombia, recoge Xinhua.
Ese incidente marca el último capítulo de una serie de asesinatos de políticos en el país, que refleja la profunda crisis de seguridad que atraviesa Ecuador.
El ataque tuvo lugar cuando Briones se encontraba en la puerta de su hogar en San Mateo, siendo baleado por dos individuos que huyeron en motocicleta. A pesar de ser trasladado rápidamente a un hospital, lamentablemente su vida no pudo ser salvada.
Las autoridades están llevando a cabo investigaciones para esclarecer este crimen y detener a los responsables.
Este trágico suceso se suma a una serie de asesinatos políticos que han sacudido a Ecuador en los últimos meses. Entre las víctimas se encuentran el candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado el 9 de agosto, así como Rider Sánchez, candidato a asambleísta por Esmeraldas, y el alcalde de Manta, Agustín Intriago, ambos asesinados en julio.
Esos acontecimientos mortales han generado una profunda consternación en el país y subrayan la creciente inseguridad que enfrentan tanto los políticos como la población en general.
Este trágico suceso se suma a una serie de asesinatos políticos que han sacudido a Ecuador en los últimos meses, entre los que se encuentra el candidato presidencial Fernando Villavicencio.
El Gobierno ecuatoriano, encabezado por el presidente Guillermo Lasso, ha respondido a esta crisis de seguridad mediante la declaración de un estado de excepción en todo el país durante 60 días.
Con la medida Lasso intenta restablecer el orden y garantizar la seguridad ha sido una medida urgente en respuesta a la ola de violencia que amenaza la estabilidad política y social de Ecuador.
El asesinato de Pedro Briones es un sombrío recordatorio de la importancia de abordar de manera eficaz la inseguridad y la criminalidad en el país.
La tragedia también resalta la necesidad de encontrar soluciones a largo plazo para crear un ambiente seguro y propicio para la participación política y el bienestar de todos los ciudadanos ecuatorianos.