La cifra de desplazados internos en Haití se aproxima a 200.000.
PUERTO PRINCIPE, Haití.- En medio de la creciente crisis de desplazados en Haití, un sondeo revela que casi la mitad de los afectados por la violencia en la capital, Puerto Príncipe, se encuentran viviendo en condiciones extremadamente precarias. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), estas personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la escalada de violencia que azota la región, y ahora se enfrentan a una realidad de alojamientos improvisados y situaciones de vulnerabilidad.
La cifra de desplazados internos en Haití se aproxima a 200.000, siendo Puerto Príncipe el epicentro de esta crisis humanitaria. Sin embargo, la presión también se está extendiendo a otras regiones, lo que hace que la situación sea aún más alarmante. A medida que la población busca refugio, muchas personas dependen de la ayuda de familiares y amigos para encontrar alojamiento temporal, pero una proporción significativa ha sido obligada a recurrir a alternativas aún más precarias.
El relato de una madre de cinco hijos destaca la difícil situación que enfrentan estas personas. Inicialmente, buscaron refugio con su hermana, pero debido a la falta de espacio y recursos, la convivencia se volvió insostenible. Esta situación ha llevado a un crecimiento sustancial en la cifra de desplazados que optan por vivir en asentamientos improvisados, donde la amenaza de violencia intercomunitaria, ataques sexuales y discriminación es alarmantemente alta.
La OIM ha estado trabajando para proporcionar refugio, lámparas solares, productos de higiene y elementos esenciales a estas comunidades desplazadas. Además, se esfuerzan por establecer sistemas de agua y saneamiento en estas áreas, ya que más de la mitad de los campamentos carecen de instalaciones básicas como letrinas. La preocupación por la falta de higiene y la posible propagación de enfermedades, como el cólera, agrega una dimensión aún más crítica a la crisis.
En este contexto, el jefe de la misión de la ONU en Haití, Philippe Branchat, ha instado a la comunidad internacional a aumentar su apoyo para abordar tanto las necesidades inmediatas como las de largo plazo. A pesar de que casi la mitad de la población requiere asistencia urgente, el plan humanitario actualmente solo logra cubrir una fracción de esas necesidades. La situación en Haití requiere una respuesta global y coordinada para brindar alivio a aquellos que están sufriendo y buscar soluciones sostenibles en medio de esta crisis.