Comienzan a florecer entre los cuatros candidatos de Morena acusaciones casi ofensivas que afectan la unidad buscada.
Por Luis Manuel Arce Isaac
Ciudad de México, 17 ago (Prensa Latina) La tensión interna dentro de Morena afloró hoy llevada de la mano de la rivalidad entre sus cuatro candidatos a la presidencia de México, al extremo que su dirección nacional llamó a la unidad.
Se sabía de antemano que esta estaba en peligro, pues era muy difícil sostenerla ante los marcados intereses de ganar una batalla por las preferencia del público dado que la elección del candidato va a ser con participación ciudadana en más de un 75 por ciento y ese puesto hay que obtenerlo
Los cuatro candidatos, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, tienen su público e iguales posibilidades de ganar, pero la contienda no se desarrolla igual partido afuera que partido adentro, y en consecuencia la labor proselitista no se está distinguiendo en nada de la que se hace en las elecciones comunes entre candidatos o la que desarrolla la oposición.
Es una campaña fuerte y ya no solamente es de roces, sino de choques mayores como el que se está viendo en estos momentos cuando comienzan a florecer acusaciones casi ofensivas que afectan la unidad buscada.
La denuncia de acarreo de simpatizantes -término generalmente aplicado a la oposición pues entre otras cosas significa pagar o forzar presencia en actos masivos-, es por tanto muy sensible.
La contienda no se desarrolla igual partido afuera que partido adentro, y en consecuencia la labor proselitista no se está distinguiendo en nada de la que se hace en las elecciones comunes entre candidatos o la que desarrolla la oposición.
El tema salió con demasiado protuberancia, bien visible, a la superficie, de tal manera que la dirección nacional de Morena se vio obligada a reaccionar en la misma medida del problema, con una carta abierta también dirigida a la militancia, simpatizantes, dirigencias y gobernantes de Morena
Los presidentes del partido, Mario Delgado, y del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, llamaron a reforzar la unidad en torno al movimiento y a fortalecer el compromiso con la transformación de la vida pública del país.
El escrito salió a la luz casi inmediatamente a que Marcelo Ebrard, uno de los aspirantes, pidió a la dirigencia “deje de simular” y tome medidas frente, dijo, al acarreo, pago de encuestas falsas y uso de la Secretaría de Bienestar en favor de Claudia Sheinbaum.
Son acusaciones muy duras que dejan mucho que desear de la fraternidad que hasta ahora había primado en los trabajos proselitistas en los que los cuatro se sonreían.
Se presentaban como los aladides de la cordialidad en la cual estaba primero Morena y la Cuarta Transformación, y después ellos, lo cual daba mucha confianza al electorado, pero las aguas se están abriendo y formando cauces separados.
Los líderes señalan en la misiva que la dirigencia nacional de Morena ha actuado de manera imparcial y transparente, conforme a su estatuto y mandato del Consejo Nacional.
Hacemos un llamado franco a todas y todos a cerrar filas con el movimiento y con este proceso. A respetar los acuerdos y compromisos firmados, para que en unidad garanticemos la libertad de la gente para definir a nuestro liderazgo para la defensa de la transformación.
Son acusaciones muy duras que dejan mucho que desear de la fraternidad que hasta ahora había primado en los trabajos proselitistas en los que los cuatro se sonreían.
Aseguraron que en el partido se han escuchado y atendido las observaciones y preocupaciones de los aspirantes, “haciendo un llamado permanente a la unidad, la congruencia y al respeto del acuerdo del Consejo Nacional”.
Ello compromete a la militancia, simpatizantes, dirigentes y gobernantes del movimiento, “para una competencia real, fraterna y en igualdad de condiciones entre seis compañeros que libremente decidieron participar.
Ahí se consigna el compromiso para que todas y todos actuemos conforme a nuestros principios, la ética y en pro de la unidad. También se firmó que su quebrantamiento, lejos de favorecer a los participantes, se traduciría en su desprestigio y en la pérdida de confianza por parte del pueblo”, señalaron.
Las diferencias estallan cuando el proceso de elección del candidato único está a punto de entrar a la fase crucial para la designación también del coordinador de la defensa de la Cuarta Transformación, lo más grave.
Se debe a que Andrés Manuel López Obrador anunció que no esperará a dejar la presidencia de la República para pasar el mando del programa de gobierno al candidato que surja el mes que viene.