En el informe final, las autoridades no lograron encontrar ninguna evidencia de irregularidad por parte del presidente.
A pocas horas de iniciarse la cumbre de los BRICs en la República de Sudáfrica, el Banco de la Reserva de ese país ha emitido un comunicado este lunes anunciando el fin del caso por presunta corrupción en contra del presidente Cyril Ramaphosa.
El mandatario había estado bajo investigación por supuestamente violar la Constitución al ocultar alrededor de 580.000 dólares (unos 546.000 euros) en un sofá en su granja.
El proceso de investigación, que se extendió por un año, fue iniciado por Arthur Fraser, exjefe de Inteligencia, el 1 de junio de 2022.
A pesar de las acusaciones, el presidente negó cualquier actividad ilegal, sosteniendo que los fondos provenían de la venta de productos de caza.
En el informe final, las autoridades no lograron encontrar ninguna evidencia de irregularidad por parte del presidente.
Según las normativas de control de divisas, el mandatario no estaba legalmente obligado a declarar la moneda extranjera.
Sin embargo, la oposición ha expresado su desacuerdo con las conclusiones del banco, argumentando que este pronunciamiento "plantea dudas sobre la transparencia y la rendición de cuentas", según informa el medio 'Times Live', que recoge Europa Press.
Durante el curso de la investigación, Ramaphosa inicialmente reportó un robo, sin mencionar la cantidad de dinero sustraído. Además, varió sus declaraciones sobre el origen de los fondos. Finalmente, admitió haber recibido alrededor de medio millón de dólares en efectivo en 2019 por la venta de 20 búfalos a un empresario sudanés.
El presidente, quien desde su asunción había enfocado su gobierno en la lucha contra la corrupción, obtuvo en mayo un respaldo significativo para su candidatura por el ANC en las elecciones de 2024. Un aliado suyo renovó su liderazgo dentro del partido en la provincia de Cabo Oriental.
Cabe recordar que Ramaphosa llegó al poder tras la destitución del presidente Jacob Zuma en medio de múltiples escándalos de corrupción. En sus primeros días en el cargo, prometió tomar medidas enérgicas contra las prácticas corruptas.
Zuma, por su parte, fue condenado en junio a 15 meses de prisión por desacato, al negarse a declarar ante un panel judicial que investiga la corrupción durante su mandato. Esta situación provocó una ola de protestas y disturbios que resultaron en varios cientos de muertes en el país.