El organismo destaca que están en una sesión permanente de trabajo para monitorear la evolución del fenómeno climático
Santo Domingo.-En respuesta al inminente paso de la Tormenta Franklin por el territorio dominicano, el Gabinete de Turismo ha dado a conocer las medidas preventivas que se están implementando en los aeropuertos de la República Dominicana para salvaguardar la seguridad de los pasajeros y garantizar la eficiencia operativa.
Siguiendo las recomendaciones técnicas del Instituto Nacional de Aviación Civil (IDAC), se han establecido ajustes en los horarios de operación de diversos aeropuertos en el país.
El Gabinete informa que se cerrarán temporalmente las operaciones en algunos de estos aeródromos, tomando en consideración la evolución y el comportamiento de la tormenta.
Las disposiciones son las siguientes:
Los Aeropuertos Internacionales de Las Américas, La Isabela y La Romana suspenderán sus operaciones desde las 10 de la noche del martes hasta las 6 de la mañana del miércoles.
Por su parte, los Aeropuertos Internacionales del Cibao, Gregorio Luperón y El Catey cesarán sus operaciones a partir de la medianoche hasta las 8 de la mañana del miércoles.
Se ha resaltado que el Aeropuerto Internacional de Punta Cana tiene previsto mantener sus operaciones de manera regular hasta el momento.
En cuanto al Aeropuerto Internacional María Montez, no ha sido incluido en esta disposición debido a que sus horas de operación regulares ya se encuentran dentro del período de cierre previsto por el paso de la tormenta, que está pronosticado entre las 5:30 de la tarde y las 8:30 de la mañana.
El Gabinete de Turismo ha destacado que están en una sesión permanente de trabajo para monitorear la evolución de la tormenta Franklin y para ajustar los horarios de reapertura de los aeropuertos según sea necesario.
Dada la naturaleza impredecible de las condiciones meteorológicas, se mantendrán alerta y flexibles en cuanto a las decisiones tomadas para garantizar la seguridad y la operatividad aeroportuaria.
El anuncio subraya la importancia de la coordinación y la acción proactiva para mitigar los riesgos y asegurar la tranquilidad de los pasajeros y la comunidad aeroportuaria en medio de las condiciones climáticas adversas.