La circulación atmosférica se debilita tras las erupciones volcánicas, favoreciendo a El Niño
Un grupo internacional de investigadores, liderado por científicos de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos), ha revelado un sorprendente hallazgo: las erupciones volcánicas pueden debilitar temporalmente la Circulación del Pacífico, generando condiciones similares a las de El Niño.
La agencia Europa Press reseña un publicación de la revista 'Nature' que proporcionan información crucial sobre cómo los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña podrían evolucionar en el futuro.
El océano Pacífico, abarcando el 32% de la superficie terrestre, ejerce un impacto global en las condiciones climáticas. Las variaciones estacionales de temperatura y vientos oceánicos, conocidas como la Oscilación del Sur de El Niño, desempeñan un papel climático fundamental.
Aunque se reconoce que la actividad humana influye en este sistema, sus alcances aún se están desentrañando. Este nuevo estudio ha revelado un cambio inesperado en el comportamiento del componente atmosférico del sistema, la Circulación de Walker del Pacífico, a lo largo de la era industrial.
"Lo que ocurre en el Pacífico tropical no se limita a esa región. Tiene repercusiones mundiales", comenta Bronwen Konecky, profesora adjunta de Ciencias de la Tierra, Medio Ambiente y Planetarias en la Universidad de Washington. "La Circulación de Walker del Pacífico ejerce una influencia importante en la variabilidad de las precipitaciones globales".
La rotación terrestre conduce a la acumulación de agua caliente en la superficie occidental de las cuencas oceánicas. En el Pacífico, esto conlleva condiciones más húmedas en Asia, con vientos alisios de baja altitud soplando hacia el oeste a través del mar. Estos vientos, a gran altitud, generan una circulación atmosférica que modela los patrones climáticos no solo en el Pacífico, sino también más allá.
Los investigadores observaron que el ciclo de alternancia entre las fases de El Niño y La Niña en la Circulación del Pacífico ha ralentizado ligeramente durante la era industrial.
La profesora Konecky resalta que, al proyectar futuros estados climáticos, "hay un alto consenso entre los modelos en relación al cambio futuro de la temperatura. Sin embargo, cuando se trata de los cambios futuros en las precipitaciones, el acuerdo es mucho menor".
Aunque los modelos climáticos pronostican que la Circulación de Walker del Pacífico se debilitará como respuesta al calentamiento global, su fortalecimiento reciente sugiere que los aerosoles, partículas finas suspendidas en el aire, introducidos por la actividad humana podrían tener un efecto contrario.
Los investigadores observaron que el ciclo de alternancia entre las fases de El Niño y La Niña en la Circulación del Pacífico ha ralentizado ligeramente durante la era industrial. Este fenómeno podría intensificar los riesgos asociados con sequías, incendios, lluvias e inundaciones.
Aunque aún no se ha observado un cambio significativo en la fuerza de la circulación, Georgy Falster, investigador de la Universidad Nacional Australiana y el Centro ARC de Excelencia para Extremos Climáticos, señala que "el comportamiento interanual es diferente".
Para llevar a cabo esta investigación, el equipo combinó datos de núcleos de hielo, árboles, lagos, corales y cuevas para analizar los patrones climáticos del Pacífico en los últimos 800 años. A través de métodos estadísticos, elaboraron reconstrucciones anuales de la Circulación de Walker del Pacífico.
Este estudio arroja luz sobre un componente vital del sistema atmósfera-océano en los trópicos y proporciona una perspectiva de largo plazo para comprender cómo el cambio climático afectará las condiciones climáticas y los desafíos que las comunidades enfrentarán en las próximas décadas.