Gina Raimondo busca abordar la cooperación, la relación comercial, así como los retos de las empresas estadounidenses en China.
En un acontecimiento que subraya la continua importancia de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, ha arribado a Pekín este domingo en lo que se ha denominado como una visita de alto perfil.
Esta llegada es la más reciente en una serie de visitas realizadas por altos funcionarios del Gobierno estadounidense, con el propósito de abordar los desafíos y las oportunidades que caracterizan la dinámica entre estas dos potencias mundiales, recoge Europa Press.
Raimondo, quien tiene previsto permanecer en el país hasta el 30 de agosto, fue recibida en la capital china por Lin Feng, el funcionario encargado de Asuntos Comerciales con Estados Unidos en el Ministerio de Comercio chino, según el diario estatal chino 'Global Times'.
Esta visita se enmarca en el contexto de la reunión que tuvo lugar en noviembre de 2022 entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, con el objetivo de fortalecer la comunicación entre ambas naciones.
Un proceso que se ha visto desafiado por una serie de diferencias en una amplia gama de temas, desde asuntos relacionados con el estatus de Taiwán hasta la problemática del robo de propiedad intelectual.
El viaje de Raimondo sigue los pasos de figuras clave del gobierno estadounidense en un esfuerzo por mejorar el entendimiento y la cooperación entre las dos naciones.
El viaje de Raimondo sigue los pasos de figuras clave del gobierno estadounidense, como el secretario de Estado, Antony Blinken; la secretaria del Tesoro, Janet Yellen; y el enviado especial de la Casa Blanca para el cambio climático, John Kerry, quienes también han emprendido viajes diplomáticos a China en un esfuerzo por mejorar el entendimiento y la cooperación entre las dos naciones.
El Departamento de Estado ha señalado en un comunicado que durante su estancia en China, la secretaria Raimondo tiene la intención de fomentar debates constructivos en torno a la relación comercial entre Estados Unidos y China, los retos que enfrentan las empresas estadounidenses en el contexto de esta relación, y las áreas en las que una posible cooperación podría dar frutos.
Con la serie de visitas de alto nivel y la búsqueda de vías de entendimiento, se pone de manifiesto la relevancia de una relación estable y productiva entre estas dos potencias económicas y políticas mundiales, y cómo ambas naciones están trabajando para superar los obstáculos y avanzar hacia un terreno de mutuo beneficio y colaboración.