El veredicto llega cincuenta años después del oscuro capítulo de la historia chilena durante el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet.
El Tribunal Supremo de Chile ha emitido una histórica sentencia al condenar a siete exmilitares a 25 años de prisión por el secuestro y homicidio del célebre cantante y activista político, Víctor Jara.
Este veredicto llega cincuenta años después de los trágicos acontecimientos que marcaron un oscuro capítulo de la historia chilena durante el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, recoge Europa Press.
La Segunda Sala del Tribunal Supremo ha dictaminado de manera unánime que los exmilitares, ahora retirados, son culpables de los delitos de secuestro y homicidio calificado tanto del cantautor Víctor Jara como del director de prisiones Littré Quiroga Carvajal.
La decisión ratifica la sentencia previa emitida por la Corte de Apelaciones de Santiago y despeja cualquier duda sobre la validez de la condena.
Los individuos condenados, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto, enfrentarán 15 años y un día de prisión como autores de los homicidios, además de diez años y un día por los secuestros.
En otro orden, Rolando Melo Silva deberá cumplir cinco años y un día por encubrir los homicidios y tres años y un día por ocultar los secuestros.
Este fallo llega a dos semanas de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado de Pinochet, y representa un paso trascendental en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.
La decisión ratifica la sentencia previa emitida por la Corte de Apelaciones de Santiago y despeja cualquier duda sobre la validez de la condena.
En virtud de esta sentencia, el Tesoro Público deberá indemnizar a los demandantes, incluyendo cónyuges, hijos y hermanos de Quiroga Carvajal, con montos que ascienden a 150 millones de pesos chilenos y 80 millones de pesos respectivamente.
Asimismo, la viuda e hijos de Víctor Jara recibirán una indemnización de 150 millones de pesos.
El trágico destino de Víctor Jara durante el golpe de Estado de 1973 marcó a fuego la memoria colectiva de Chile. Detenido junto a otros académicos y estudiantes, fue llevado al Estadio Chile, renombrado en su honor, donde sufrió torturas y finalmente fue asesinado a tiros.
En 2016, un tribunal de Estados Unidos encontró culpable al exmilitar chileno Pedro Barrientos por su participación en las torturas y ejecución extrajudicial del artista, luego de una demanda civil presentada por su familia.
Esta condena emblemática es un testimonio del compromiso de la sociedad chilena con la verdad, la justicia y la memoria histórica.
El veredicto llega como un mensaje contundente de que el tiempo no puede borrar ni eludir la responsabilidad de aquellos que perpetuaron crímenes atroces.
En su cincuenta aniversario, la memoria de Víctor Jara se ha visto reivindicada a través de esta histórica decisión judicial