El estrés y el insomnio están relacionados con ritmos cardiacos irregulares después de la menopausia, según el estudio
Un estudio reciente publicado en el 'Journal of the American Heart Association' ha arrojado luz sobre la conexión entre la menopausia y el riesgo de desarrollar ritmos cardíacos irregulares, específicamente la fibrilación auricular, en mujeres.
Esta investigación sugiere que aproximadamente una de cada cuatro mujeres podría enfrentar la posibilidad de desarrollar fibrilación auricular después de la menopausia, y destaca que eventos estresantes de la vida y el insomnio emergen como los principales factores contribuyentes.
La fibrilación auricular, una condición caracterizada por ritmos cardíacos irregulares, puede llevar a consecuencias graves como la formación de coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca, recoge Europa Press.
Aunque esa condición afecta principalmente a adultos mayores, se estima que para el año 2030 más de 12 millones de personas en Estados Unidos podrían verse afectadas por esta afección, según datos de la Asociación Estadounidense del Corazón.
La autora principal del estudio, la cardióloga Susan X. Zhao del Centro Médico del Valle de Santa Clara en San José, California, subraya la importancia de factores psicosociales en la ecuación de la fibrilación auricular.
Zhao observa que muchas mujeres posmenopáusicas que gozan de buena salud física pueden lidiar con la falta de sueño y experiencias psicológicas y emocionales negativas, que ahora se consideran factores de riesgo.
Esta investigación sugiere que aproximadamente una de cada cuatro mujeres podría enfrentar la posibilidad de desarrollar fibrilación auricular después de la menopausia, y destaca que eventos estresantes de la vida y el insomnio emergen como los principales factores contribuyentes.
La investigación se basó en un análisis de más de 83,000 cuestionarios completados por mujeres de entre 50 y 79 años como parte de la Women’s Health Initiative, un estudio influyente en Estados Unidos. Los participantes respondieron preguntas sobre acontecimientos estresantes de la vida, calidad del sueño, sentido de optimismo y apoyo social.
En el transcurso de aproximadamente una década de seguimiento, se encontró que alrededor del 25 por ciento de las mujeres (equivalente a 23,954 mujeres) desarrollaron fibrilación auricular.
El estudio destacó que por cada punto adicional en la escala de insomnio, el riesgo de desarrollar fibrilación auricular aumentaba en un cuatro por ciento. De manera similar, por cada punto adicional en la escala de eventos estresantes de la vida, el riesgo aumentaba en un dos por ciento.
La doctora Zhao subraya que la conexión entre el corazón y el cerebro es una noción que ha sido establecida en diversas condiciones médicas. La fibrilación auricular, siendo una afección relacionada con la conducción eléctrica del corazón y susceptible a cambios hormonales derivados del estrés y la falta de sueño, refleja cómo estos factores comunes pueden influir en su desarrollo.
Los investigadores reconocen que el estrés crónico no siempre ha sido consistentemente asociado con la fibrilación auricular, y señalan que el estudio tiene limitaciones en cuanto a su dependencia de cuestionarios iniciales.
La fibrilación auricular, una condición caracterizada por ritmos cardíacos irregulares, puede llevar a consecuencias graves como la formación de coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.
No obstante, el estudio resalta la importancia de los factores psicosociales en la génesis de esta condición y la necesidad de investigaciones adicionales para confirmar estas asociaciones y desarrollar intervenciones personalizadas que alivien el estrés y reduzcan el riesgo de fibrilación auricular en mujeres posmenopáusicas.
La investigación se basó en la información recopilada entre 1994 y 1998, con una muestra de 83,736 mujeres con una edad promedio de alrededor de 64 años. La prevalencia de participantes blancas fue del 88 por ciento, mientras que el 7.2 por ciento se identificó como mujeres negras y el 2.9 por ciento como mujeres hispanas.
A medida que las mujeres enfrentan una expectativa de vida más larga, la comprensión de cómo el estrés psicosocial y el bienestar emocional pueden influir en la fibrilación auricular es crucial para abordar este desafío de salud pública en constante evolución.