Una experiencia única de sabor y elegancia en el emblemático Restaurante Larimar
SANTO DOMINGO. En conmemoración al Día Internacional del Ron, Brugal deleitó a los amantes de esta espirituosa bebida con su joya más preciada, el Brugal 1888. Este destilado, conocido por su complejidad en evolución constante, se convirtió en el centro de atención en un exclusivo evento celebrado en el Salón Loro del afamado Restaurante Larimar.
En el ambiente elegante y distinguido del Salón Loro, los asistentes tuvieron el privilegio de sumergirse en una experiencia excepcional. Cada detalle, desde la meticulosa decoración hasta el servicio impecable, fue cuidadosamente diseñado para garantizar que este momento se convirtiera en un recuerdo inolvidable. El Restaurante Larimar se transformó en un epicentro de conexiones significativas, en el que los invitados compartieron su amor por el ron y la excelencia de Brugal.
La embajadora de Ron Brugal, Susana Ortega, ofreció palabras de bienvenida, expresando su orgullo al celebrar este día especial con el emblemático ron dominicano. "Brugal es el ron de los dominicanos, una marca país que nos representa en las principales capitales del mundo. Con su producto insignia, el apreciado y galardonado Brugal 1888, elevamos esta celebración", afirmó Ortega con entusiasmo.
El Ron Brugal 1888 se distingue por su doble maduración, primero en barricas de roble americano ex Bourbon y luego en barricas de roble europeo de un solo uso ex Jerez. Este proceso resulta en un perfil de sabor balanceado y complejo, que se traduce en una gama de matices exquisitos. Cada botella del 1888 es embotellada con esmero, incluyendo su característica malla artesanal y el sello de cera que añade un toque de distinción a su presentación.
El evento en el Salón Loro del Restaurante Larimar no solo celebró el arte de la destilación y el envejecimiento del ron, sino que también rindió homenaje a la pasión de Brugal por la calidad y la tradición. Con el Brugal 1888 como protagonista, la velada dejó una impresión duradera en los asistentes, quienes experimentaron una fusión de sabores y elegancia que solo Brugal puede ofrecer.