Los aguaceros podrían causar inundaciones y deslizamientos de tierra en diversas provincias.
Santo Domingo – La Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) comunicó hoy que se mantendrán los niveles de alertas meteorológicas en diversas provincias del país, debido a la presencia de lluvias acompañadas de tormentas eléctricas y ráfagas de viento. Estas condiciones podrían generar crecidas repentinas de ríos, inundaciones urbanas y rurales, así como deslizamientos de tierra. Los niveles de alerta podrían ser modificados en las próximas horas.
Las provincias a ser afectadas son La Romana, Dajabón, Santiago, Santo Domingo, San Pedro, Valverde y Elías Piña, entre otras. Se espera que las lluvias y tronadas disminuyan paulatinamente a lo largo del día debido a la entrada de aire menos húmedo y polvo Sahariano, que elevará las temperaturas.
Pronóstico para los próximos días.
Para mañana miércoles, el cielo mostrará un aspecto grisáceo con sol y escasas nubes. No obstante, se podrían registrar aguaceros moderados, tormentas eléctricas y ráfagas de viento en provincias como La Vega, Santiago y San Juan de la Maguana, debido a la influencia de una vaguada.
El jueves, la presencia de un anticiclón y partículas de polvo Sahariano permitirá cielos parcialmente nublados y temperaturas más cálidas. Sin embargo, una nueva vaguada podría generar aguaceros y tormentas eléctricas en la tarde, especialmente en la zona fronteriza y la Cordillera Central.
Recomendaciones
La ONAMET insta a la población a mantenerse hidratada, vestir ropa ligera y evitar la exposición solar entre las 11 a.m. y las 4 p.m. Además, se recomienda a los operadores de embarcaciones frágiles y pequeñas a navegar con precaución debido a condiciones anormales en la costa Atlántica.
Vigilancia de Ondas tropicales
La Oficina también está vigilando una activa onda tropical en las inmediaciones de las islas de Cabo Verde, con un 90% de probabilidad de convertirse en ciclón tropical en las próximas 48 horas. Otra onda tropical saliendo de África está siendo monitoreada, aunque ambas no representan un peligro inmediato para el territorio dominicano.