Los cambios en las armas de caza a lo largo de la prehistoria también reflejan el desarrollo de la cognición humana.
Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv arroja luz sobre la evolución de las armas de caza y su correlación con cambios en el tamaño de las presas, la cultura y la fisiología humana a lo largo de la historia prehistórica. El estudio sugiere que la necesidad de cazar presas cada vez más pequeñas y ágiles llevó al desarrollo de armas de caza más sofisticadas, impulsando a su vez adaptaciones evolutivas en los humanos.
El Dr. Miki Ben-Dor y el Prof. Ran Barkai del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv dirigieron la investigación, que se basó en el análisis de nueve sitios prehistóricos en Sudáfrica, África Oriental, España y Francia. Estos sitios datan de hace aproximadamente 300,000 años, cuando surgieron tanto los neandertales como el Homo sapiens.
Los hallazgos revelaron que la aparición de lanzas con puntas de piedra, fabricadas mediante una técnica conocida como Levallois, coincidió con una disminución en la cantidad de huesos de presas grandes en todos los sitios analizados. Esto sugiere una correlación entre el desarrollo de armas más efectivas y la necesidad de cazar presas de menor tamaño, reseña Europa Press.
El Dr. Ben-Dor señaló que los cazadores-recolectores contemporáneos utilizan lanzas de madera para cazar presas grandes como elefantes, ya que pueden limitar la movilidad del animal antes de infligir una herida letal. En cambio, atrapar presas medianas como ciervos resulta más desafiante, ya que un golpe con una lanza de madera es menos efectivo. El uso de lanzas con puntas de piedra, que causarían heridas más graves, podría ralentizar a la presa y aumentar las posibilidades de capturarla.
El estudio sugiere que la evolución de las armas de caza y la adaptación a la caza de presas más pequeñas desempeñaron un papel fundamental en la evolución cultural y fisiológica de nuestros ancestros
Estos cambios en las armas de caza a lo largo de la prehistoria también reflejan el desarrollo de la cognición humana. La técnica Levallois utilizada para fabricar las puntas de piedra requería una planificación y visualización previa del objeto puntiagudo a tallar, lo que indica un mayor desarrollo cognitivo en los humanos prehistóricos.
El estudio sugiere que la evolución de las armas de caza y la adaptación a la caza de presas más pequeñas desempeñaron un papel fundamental en la evolución cultural y fisiológica de nuestros ancestros, incluido el aumento de sus capacidades cognitivas. Esto proporciona una perspectiva unificada sobre la evolución de los humanos prehistóricos, destacando la importancia de la caza y las armas en su desarrollo a lo largo del tiempo.
El Prof. Barkai destacó que la investigación se basa en una década de estudio y busca explicar los cambios culturales y biológicos clave en la historia prehistórica de la humanidad. Entre estos cambios se encuentra la desaparición de los elefantes de la dieta humana hace unos 300,000 años, lo que plantea interrogantes sobre cómo nuestros antepasados se adaptaron a nuevos desafíos ambientales y de subsistencia.