El estudio destaca la importancia de reducir la presión sobre estos límites para garantizar un futuro sostenible para la humanidad.
Un nuevo estudio advierte que se han superado seis de los nueve "límites planetarios" que regulan la estabilidad y la habitabilidad de la Tierra para las personas.
El estudio señala que las actividades humanas, como el cambio climático, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, los productos químicos sintéticos, el agotamiento del agua dulce y el uso de nitrógeno, están aumentando el riesgo de desencadenar cambios drásticos en las condiciones generales de la Tierra.
Durante más de 3.000 millones de años, la interacción entre la vida y el clima ha controlado las condiciones ambientales de la Tierra. Sin embargo, las actividades humanas han influido en estas interacciones al alterar la naturaleza, modificar la cantidad de agua en ríos y suelos, introducir productos químicos sintéticos en el medio ambiente y emitir gases de efecto invernadero. Esto ha llevado a la superación de los límites planetarios que regulan la estabilidad del planeta.
El estudio destaca la importancia de mantener estas interacciones similares a las que han controlado las condiciones de la Tierra en los últimos 12.000 años para evitar cambios drásticos que podrían afectar la capacidad del planeta para sostener a las civilizaciones modernas.
Los nueve "límites planetarios" representan componentes del medio ambiente global que regulan la estabilidad del planeta para las personas. La superación de estos límites está causada por actividades humanas que afectan a estos componentes.
El llamado es para limitar el impacto humano en la Tierra y preservar las condiciones que permiten a las sociedades prosperar.
El estudio resalta la necesidad de centrarse en las interacciones entre estos límites y aboga por desarrollar modelos del sistema terrestre que reproduzcan con precisión estas interacciones.
La autora del estudio, Katherine Richardson, advierte que aunque la superación de seis límites no garantiza una catástrofe inmediata, es una señal de alarma. El estudio destaca la importancia de reducir la presión sobre estos límites para garantizar un futuro sostenible para la humanidad.
El coautor del estudio, Johan Rockström, enfatiza que centrarse solo en el cambio climático no es suficiente para proteger el sistema terrestre y que la integridad de la biosfera también es crucial. El uso de biomasa como alternativa a los combustibles fósiles debe ser monitoreado para preservar la biodiversidad.
El estudio resalta la necesidad de establecer límites definidos por la ciencia para evitar riesgos catastróficos a escala planetaria. Esto va más allá del clima y requiere un esfuerzo global para proteger y reconstruir la resiliencia del planeta. El llamado es para limitar el impacto humano en la Tierra y preservar las condiciones que permiten a las sociedades prosperar.
Los resultados dela investigación ha sido publicado en la revista 'Science Advances' y reseñado por la agencia Europa Press.