El Desafío de la Seguridad Alimentaria para la poblacion del vecino país es la espina en el zapato.
Santo Domingo. -El reciente cierre total de la frontera entre República Dominicana y Haití, ordenado por el presidente Luis Abinader, ha desencadenado una serie de preocupaciones de índole humanitaria, política y económica. Uno de los aspectos más destacados de esta medida es su impacto en el suministro de alimentos hacia Haití, considerando que República Dominicana es el principal proveedor de alimentos para su vecino.
El cierre de la frontera, que abarca tanto el transporte aéreo como marítimo y terrestre, plantea interrogantes cruciales sobre la seguridad alimentaria en Haití, un país que ya enfrenta desafíos significativos debido al caos y la violencia que lo aquejan. Las familias haitianas más vulnerables, que tienen escasas posibilidades de adquirir alimentos, son las más afectadas por esta medida.
La comunidad internacional, a través del secretario general de las Naciones Unidas,Antonio Guterres, ha expresado su preocupación por esta situación y ha llamado la atención sobre la necesidad de abordar la seguridad alimentaria en Haití.
Es sabido que voceros del gobierno haitiano han proclamado En que el canal de riego en Juana Méndez, ubicado en el noreste de Haití, es una iniciativa importante para reducir la dependencia alimentaria del país con respecto a República Dominicana.
Este canal se extiende por una vasta llanura de Maribahoux y abarca millones de hectáreas de terreno destinado a la producción de arroz, maíz y otros productos alimentarios, tiene el potencial de fortalecer la capacidad de Haití para abastecerse a sí mismo. Sin embargo, su éxito depende de una serie de factores, incluido el apoyo continuo y la inversión en infraestructura.
El gobierno de República Dominicana enfrenta un desafío complejo en este contexto. Por un lado, debe abordar las preocupaciones de seguridad en la frontera y garantizar un mayor control del territorio, especialmente en la zona limítrofe, con el objetivo de mejorar la seguridad y el control de los recursos naturales. Por otro lado, debe considerar las implicaciones políticas y humanitarias de la medida de cierre de la frontera.
Es importante destacar que esta decisión puede haber sido influenciada por sectores que buscan mantener una confrontación constante con Haití, lo que complica aún más la situación en medio de un período cuasi electoral con miras a las elecciones de 2024. La relación entre ambos países ha sido históricamente compleja, y las decisiones en momentos críticos como este tienen implicaciones significativas.
- En este contexto, las autoridades dominicanas deben tomar medidas inteligentes y estratégicas que les permitan lidiar no solo con la situación en Haití, sino también con un entorno internacional desafiante. La creciente violencia de las pandillas y el aumento de la inseguridad alimentaria en Haití han aumentado la urgencia de la asistencia humanitaria.
La llamada del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para una "exención humanitaria" que permita el acceso de la agencia mundial a sus reservas humanitarias en República Dominicana es una muestra de la necesidad imperante de mantener operaciones de ayuda en Haití. Esta solicitud subraya la importancia crítica de la cooperación internacional en momentos de crisis humanitaria.
En conclusión, el cierre total de la frontera entre República Dominicana y Haití plantea desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria en Haití. Si bien el gobierno dominicano debe abordar sus preocupaciones de seguridad, también debe considerar las implicaciones humanitarias y políticas de esta medida. La cooperación internacional, incluida la solicitud de la ONU de una exención humanitaria, es esencial para abordar la crisis y garantizar el bienestar de la población haitiana en medio de estas dificultades.