Relaciona la extirpación temprana de ovarios con el desarrollo de enfermedades crónicas como la artritis
Un reciente estudio publicado en 'Menopause', la revista de The Menopause Society, ha revelado una asociación entre afecciones médicas crónicas y la ooforectomía bilateral premenopáusica (OBP), que es la extirpación de ambos ovarios.
La histerectomía, que implica la extracción del útero, es la segunda cirugía más común en mujeres, después de la cesárea. Históricamente, se ha practicado la OBP en un porcentaje significativo de mujeres de entre 40 y 59 años como parte de la histerectomía para prevenir el cáncer de ovario informa Europa Press.
A pesar de que muchas de estas mujeres se consideraban en riesgo medio de cáncer de ovario, investigaciones recientes han planteado interrogantes sobre si los riesgos adicionales de la OBP valen la pena, especialmente en mujeres con un riesgo moderado de cáncer de ovario. En consecuencia, las tasas de OBP han comenzado a disminuir en algunas áreas geográficas.
Los ovarios, además de su función reproductora, desempeñan un papel en el funcionamiento de varios órganos y sistemas del cuerpo. Al secretar hormonas antes y después de la menopausia, la extirpación de los ovarios puede causar alteraciones endocrinas en diversos tejidos y órganos, incluyendo el cerebro, los músculos, los huesos, los vasos sanguíneos, el corazón y el tracto gastrointestinal.
Estudios anteriores también han sugerido posibles asociaciones con enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo o demencia, particularmente en mujeres que se someten a la OBP antes de los 46 años.
La extirpación de los ovarios puede causar alteraciones endocrinas en diversos tejidos y órganos, incluyendo el cerebro, los músculos, los huesos, los vasos sanguíneos, el corazón y el tracto gastrointestinal.
Este nuevo estudio, en el que participaron más de 500 mujeres, más de la mitad de las cuales se habían sometido a la OBP, realizó evaluaciones en persona en promedio 22 años después del procedimiento.
Comparadas con las mujeres que no se habían sometido a la OBP, aquellas que lo hicieron antes de los 46 años tenían un mayor riesgo de artritis, asma, apnea obstructiva del sueño y fracturas óseas. Además, caminaban una distancia menor en una prueba de caminata de 6 minutos.
Las mujeres que se sometieron a la OBP entre los 46 y 49 años también tenían un mayor riesgo de artritis y apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en el estado cognitivo entre los dos grupos de mujeres.
Los investigadores sugieren que se necesitan estudios longitudinales con un seguimiento a largo plazo para evaluar si surgen diferencias adicionales en la función cognitiva y física en edades más avanzadas.
La doctora Stephanie Faubion, directora médica de The Menopause Society, enfatiza la importancia de que las mujeres con un riesgo medio de cáncer de ovario consideren estos posibles efectos negativos a largo plazo al tomar decisiones sobre la OBP con o sin histerectomía antes de la menopausia.