Científicos lograron modificar genéticamente un microorganismo que puede descomponer plástico en el mar.
Científicos han logrado un paso significativo hacia la descomposición efectiva de plásticos en entornos marinos, con importantes implicaciones para la conservación de los océanos y la gestión sostenible de los residuos plásticos.
Para ese objetivo, los investigadores de la Universidad de North Carolina State lograron modificar genéticamente un microorganismo marino que puede descomponer plástico en agua salada.
En particular, este organismo modificado puede descomponer el tereftalato de polietileno (PET), un plástico comúnmente utilizado en botellas de agua y ropa, que contribuye a la creciente contaminación por microplásticos en los océanos.
El trabajo liderado por Nathan Crook, profesor asistente de ingeniería química y biomolecular, busca abordar el problema de la contaminación por plásticos en los océanos de una manera más efectiva y económica, recoge Europa Press.
La idea detrás de esa investigación es convertir los plásticos descompuestos en productos reutilizables en lugar de simplemente retirarlos y desecharlos en vertederos.
Para lograr este avance, los científicos trabajaron con dos especies de bacterias. La primera, Vibrio natriegens, prospera en agua salada y se caracteriza por su rápido ciclo de reproducción. La segunda, Ideonella sakaiensis, es conocida por producir enzimas que pueden descomponer el PET.
La idea detrás de esa investigación es convertir los plásticos descompuestos en productos reutilizables en lugar de simplemente retirarlos y desecharlos en vertederos.
El equipo de investigación extrajo el ADN de I. sakaiensis, que contiene las enzimas responsables de la descomposición del plástico, y lo incorporó en un plásmido. Los plásmidos son secuencias genéticas que pueden replicarse en células, independientemente de su cromosoma. Esto les permitió introducir el plásmido en V. natriegens, haciendo que esta bacteria produjera las enzimas necesarias en su superficie.
Los resultados demostraron que V. natriegens modificada genéticamente podía descomponer el PET en un ambiente de agua salada a temperatura ambiente, marcando un hito importante en la capacidad de expresar enzimas foráneas en la superficie de sus células.
Sin embargo, a pesar de este avance, se identifican tres desafíos importantes pendientes. En primer lugar, los científicos buscan incorporar directamente el ADN de I. sakaiensis en el genoma de V. natriegens para lograr una producción de enzimas más estable.
En segundo lugar, planean modificar aún más V. natriegens para que pueda alimentarse de los subproductos de la descomposición del PET.
Finalmente, el tercer obstáculo implica la modificación de V. natriegens para producir un producto final útil a partir del PET.