La Generación Dual que se forma con los últimos seres humanos del siglo XX y los primeros del siglo presente.
Ambas generaciones tienen una responsabilidad enorme con sus congéneres y para sus descendientes. El mundo, al acercarse a los primeros treinta años del siglo XXI, presenta un amplio panorama de luchas comerciales, por demás geopolíticas. Diversos países que desde antes de concluida la Guerra Fría han visto a los Estados Unidos de Norteamérica manejar y controlar el mundo en todos los estamentos claves de la evolución social, habían recogido sus garras pero no las habían limado del todo ante el gigante de Norteamérica.
Trabajando con denodada paciencia, orden estratégico, y una oportuna salida a los mercados del mundo, han alcanzado, sobre todo la República Popular China, Rusia, La India, Brasil, entre otros países, variar el mapa geopolítico mundial. Debemos destacar entre estos, la incidencia extraordinaria en materia económica, política y armamentista de China y Rusia en los últimos treinta años, granjeándose amigos estratégicos en África, América, Europa, Asia y Oceanía.
Hasta el momento, las buenas nuevas de esas grandes potencias en el escenario actual, no es la imposición de un sistema predeterminado de gobernanzas. Han planteado y parece que con ciertos niveles de sinceridad, que el negocio es mejor si las partes se entienden de igual a igual. Esa metodología de entendimiento plantea un procedimiento horizontal en el manejo de los intereses puestos en juego que satisface ambos grupos.
La Generación Dual que se forma con los últimos seres humanos del siglo XX y los primeros del siglo presente, asiste a dos estadium geopolíticos diferentes al vivido desde el 1945 hasta el año 2000 del siglo pasado. Durante casi todo ese tiempo, y hasta las primeras dos décadas del siglo en desarrollo, hemos vivido bajo la incidencia de un único sistema financiero mundial, diseñado y dirigido por los Estados Unidos de Norteamérica y sus socios estratégicos.
En esa lucha de intereses que se torna cada vez más tosca e indescifrable en el panorama mundial, dejando entrever la posible ocurrencia de un conflicto bélico a escala planetaria, la opinión de cada uno de los integrantes de la Generación Dual (1950-2000 / 2000-2023) cuenta mucho. Favorablemente, al llegar al final del siglo pasado y principios del siglo XXI, ya no estamos tan desconectados como cuando unos cuantos líderes políticos tomaron la nefasta decisión de llevar a cabo la Primera y Segunda Guerras Mundiales en los primeros cincuenta años del siglo XX.
La decisión de llevar a cabo un conflicto bélico mundial en estos tiempos, tendrá que contar con el voto favorable de más del ochenta (80%) por ciento de la población mundial, y no solo con el voto favorable de veinte o treinta personas, como sucedió durante la triste matanza humana de las dos guerras planetarias del siglo anterior. Ni hablar del efecto aterrador de múltiples conflictos bélicos locales, regionales y continentales.
Impulsar un conflicto de largo alcance para esta ocasión tendrá una repulsa muy amplia y militante, pues el conjunto de seres humanos que conforman la Generación Dual cuentan con la experiencia y las herramientas para contradecir desde cualquier lugar de su casa, playa, universidad, café, centro laboral, la realización del enfrentamiento bélico que pondría en peligro la vida de millones de personas en el mundo, y la vida misma del planeta.
Esa oportunidad del veto a los líderes mundiales de este tiempo, puede llevarlo a cabo la Generación Dual de manera simultánea e instantánea, en cualquier idioma o en todos los idiomas, y a una inmensa población humana interconectada a través de las plataformas multimedia.
Esa generación de viejos y nuevos seres humanos, tiene un fuerte compromiso moral con tantos hombres y mujeres, que sin quererlo se vieron de pronto inmersos en las trincheras de dos conflagraciones mundiales que provocaron la muerte de cerca de 64 millones de seres humanos.
Esos jóvenes y adultos de la primera mitad del siglo XX que en ese momento no tuvieron derecho a voz y voto para impedir el desarrollo de esos dos conflictos bélicos a escala planetaria, cuentan hoy con la actitud crítica, perseverante y futurista de muchos que fueron sus descendientes directos y otra gran parte que forman la tercera generación de descendientes indirectos.
Indiscutiblemente, la Generación Dual para la única gran guerra mundial para la que está preparada es para la competencia comercial entre países, sean éstos simples países subdesarrollados o potencias de alto nivel de desarrollo. Ese grupo humano, permeado por las experiencias contadas, leídas y analizadas por los primeros y segundos habitantes del siglo pasado, saben que otras guerras, y “un conflicto estratégico” bajo el esquema de la Guerra Fría, traería muerte, terror y desolación para los grandes grupos humanos, pero enormes beneficios económicos y geopolíticos para unos cuantos miembros distinguidos de grupos y clanes familiares que controlan los poderes estatales y fácticos de cada país.
Independientemente del poder bélico y económico de las grandes potencias que hoy y siempre han deseado dividirse el mundo, la población mundial es mayoritaria, y con el paso del tiempo, luego de más de cuarenta años de experiencia acumulada, sabe que debe prender las alarmas y oponerse a todo conflicto que procure la aniquilación de una parte o toda la vida humana.
Ambos grupos de hombres y mujeres poseen el potencial intelectual, creativo, tecnológico y la calidad humana para unir voluntades y llevar a cabo la más extraordinaria campaña de concientización sobre los peligros que acechan al universo a partir de los intereses económicos de unos cuantos.
Urge poner en práctica esa estructura solidaria y militante que en los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta libró en casi todas las calles del mundo extraordinarias jornadas reivindicativas, pero ahora desde las estructuras multimedia, para movilizar en cada país la opinión parcializada hacia la paz, o por la paz, para garantizar la preservación del universo y de nuestras vidas.
En esas protestas de las décadas señaladas del siglo XX, perdimos seres humanos que tenían familia, planes y proyectos de vida. Igual sucedió con aquellos que perdimos en los distintos campos de batalla, o por las delaciones y crímenes infames de la Guerra Fría. La Generación Dual integrada por los habitantes de los siglos XX y XXI, es la primera de todas las anteriores que puede cambiar el curso de la historia para siempre. También es la primera que recibe la mayor concentración de vivencias de sus antecesores con tiempo suficiente para conocerlas y analizarlas, de manera que pueda diseñar el estadium de vida que el primer y segundo grupo de habitantes del siglo en curso vivirá en los próximos años