Denuncia ante la ONU la construcción "ilegal" de un canal en el río Masacre.
NUEVA YORK, 20 de septiembre (EUROPA PRESS) – El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha expresado su preocupación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por la construcción "unilateral" e "ilegal" de un canal en el río Masacre, llevada a cabo por "actores incontrolables" de Haití. Esta acción ha generado tensiones en la frontera entre ambos países.
Según Abinader, la información disponible sugiere que se trata de un intento de controlar el agua del río por parte de una élite económico-política con el propósito de beneficiarse de su venta a pequeños productores locales. Además, el trasvase de agua constituye una "violación" de los tratados transfronterizos.
El presidente destacó que solo dos kilómetros del río pertenecen a Haití, mientras que 55 kilómetros discurren por territorio dominicano. La decisión de construir el canal nunca fue comunicada oficialmente ni se proporcionó documentación sobre su impacto ambiental o los beneficiarios de la misma.
Abinader advirtió que esta obra pone en riesgo el acceso al agua de cientos de familias agricultoras, tanto dominicanas como haitianas. Además, podría provocar inundaciones en un parque industrial cercano con 19,000 trabajadores, así como en partes de Dajabón y Juana Méndez.
La construcción también podría tener "efectos ecológicos nocivos" en la laguna de La Saladilla, uno de los principales humedales del país. A pesar de que el Gobierno haitiano ha afirmado que no es una obra gubernamental, no se ha detenido debido a la debilidad institucional y la crisis de orden público en ese país, según Abinader.
El mandatario dominicano subrayó que la intención no es enfrentarse al pueblo haitiano, sino a actores que mantienen la inseguridad en Haití por intereses personales y que ahora conspiran contra la estabilidad del Gobierno haitiano y la seguridad de los recursos hídricos.
Abinader instó a la comunidad internacional a considerar el tema haitiano como una prioridad, dada la posibilidad de que Haití se convierta en un factor de inseguridad y amenaza en la región. Además, reafirmó la solidaridad de República Dominicana con el pueblo haitiano, aunque aseguró que la principal responsabilidad es defender los intereses del pueblo dominicano.