El descubrimiento data de al menos 476,000 años atrás, anterior a la evolución de nuestra propia especie, el Homo sapiens.
Un sorprendente hallazgo evidencia que los humanos ya construían estructuras de madera hace medio millón de años, mucho antes de lo que se creía posible. Las marcas en los troncos muestran que fueron cortados, picados y raspados con herramientas de piedra encontradas en el sitio.
La investigación de Arqueólogos de las universidades de Liverpool y Aberystwyth, se basa en el análisis de madera bien conservada encontrada en el yacimiento arqueológico de las cataratas de Kalambo en Zambia, que data de al menos 476,000 años atrás, anterior a la evolución de nuestra propia especie, el Homo sapiens.
El análisis de las marcas de corte de herramientas de piedra en la madera revela que estos primeros humanos dieron forma y unieron dos grandes troncos para construir una estructura, posiblemente los cimientos de una plataforma o parte de una vivienda.
El hallazgo desafía la creencia prevaleciente de que los humanos de la Edad de Piedra eran nómadas y demuestra que estos humanos eran capaces de construir y asentarse reseña Europa Press.
La madera rara vez se encuentra en yacimientos tan antiguos debido a su descomposición, pero en las cataratas de Kalambo, los niveles de agua constantemente altos preservaron la madera.
Este hallazgo revoluciona nuestra comprensión de cómo los primeros humanos interactuaban con su entorno y sugiere que eran mucho más similares a nosotros de lo que se pensaba anteriormente en términos de capacidad para la construcción y el asentamiento.
La investigación sugiere que estos humanos no solo tenían acceso a una fuente perenne de agua, sino que también podían obtener alimentos del bosque circundante.
El proyecto de investigación 'Raíces profundas de la humanidad' se financió con el apoyo del Consejo de Investigación de Artes y Humanidades del Reino Unido y ha involucrado a diversos equipos y museos en Zambia.
Además, la zona de las cataratas de Kalambo se encuentra en la lista provisional de la UNESCO para convertirse en Patrimonio de la Humanidad debido a su importancia arqueológica.
Este hallazgo revoluciona nuestra comprensión de cómo los primeros humanos interactuaban con su entorno y sugiere que eran mucho más similares a nosotros de lo que se pensaba anteriormente en términos de capacidad para la construcción y el asentamiento.