El oficialismo presentará una sola opción o propuesta de candidaturas para las elecciones del 24.
Por José Francisco Pena Guaba
Cuando se logró que el Comité Político del PLD aprobara aliarse con la Fuerza del Pueblo y el PRD, se dio el primer paso para construir puentes de avenencias que por fin edificara la anhelada coalición opositora.
Rescate R.D. fue el nombre que se le puso a ese intento claro de revertir el derrotero de las próximas elecciones,que con claridad el oficialismo tenía todas las de ganarporque la dispersión de las propuestas de candidaturas de la oposición se convertiría en la crónica de una derrota anunciada.
La mayoría del pueblo desesperado por la ineficiente gestión de los modernos, aplaudió ese primer paso para la consolidación de la unidad opositora, pero vistos hoy los resultados de los acuerdos hasta ahora arribados por las comisiones negociadoras de los restantes 3 partidos mayoritarios, tenemos que admitir que lo logrado resulta insuficiente, para garantizar el triunfo electoral de la oposición para los comicios del año entrante.
Paso a explicar, estimados lectores, por qué se están quedando cortos los esfuerzos unitarios del PLD, PRD y Fuerza del Pueblo, y porque se hace necesario replantear otros mecanismos de alianzas más productivos, que de verdad se ajusten a la situación preelectoral actual, por lo que me permito presentar una propuesta que bien podría ser valorada por los principales actores de la oposición con la que estoy convencido pudiéramos ganar las dos citas electorales venideras, veamos:
1.- El oficialismo presentará una sola opción o propuesta de candidaturas para las elecciones del 24, tanto para las uninominales, presidencial, senadurías, alcaldías y direcciones distritales, como en las plurinominales y preferenciales de diputados, regidores y vocales.
En las uninominales a excepción del nivel presidencial, todas las demás se ganan por mayoría simple de votos, por lo cual el presentar varios postulados para un mismo cargo y en una misma demarcación, los partidos opositores producto de esa dispersión del voto lo único que lograrán es entregarle la victoria en bandeja de plata al PRM.
Cabe pues resaltar el hecho preocupante de que el PLD y la Fuerza del Pueblo no se hayan puesto de acuerdo, todavía, para llevar candidatos comunes en las grandes demarcaciones, en donde está más del 55% de los electores y de mantenerse esa fútil decisión la oposición perdería seguramente la más importantes plazas como lo son: las alcaldías del D.N, Santo Domingo Este, Norte, Oeste, Los Alcarrizos y Santiago entre otras más; lo qusería devastador para el frente electoral opositor, porque la percepción que construiría la victoria del oficialismo en febrero próximo, haría que una parte importante del electorado daría como un hecho indetenible su triunfo y eso aumentaría el caudal de apoyo a la reelección para las elecciones de mayo.
2.- Iguales resultados correrían las senadurías de las provincias de irnos divididos, por lo que de nada harían en aliarse en demarcaciones medianas o pequeñas, si en las grandes donde se concentran la mayor cantidad de votantes no logran ponerse de acuerdo, no siendo de igual manera en las candidaturas plurinominales y preferenciales de diputados, regidores y vocales, que aunque tal vez la oposición no obtenga mucho más escaños que el oficialismo, lo que de seguro si lograra en suma es muchos más votos que el PRM, cosa esta que se traduciría en un mayor apoyo ciudadanos en el nivel presidencial para la oposición, partiendo de que estos,unidos, presente una única dupla a las elecciones de mayo.
3.- La verdad sin embargo es que las dificultades para construir la unidad total opositora es por la competencia por clasificar el balotaje en la primera vuelta de los comicios presidenciales a llevarse a cabo en mayo, la Fuerza del Pueblo y los morados mantienen sus candidaturas presidenciales, la del Ex Presidente Fernández y la del Alcalde Santiagués Abel Martínez respectivamente, y es por ello que los equipos de estrategia de ambas direcciones de campaña, no ceden espacio al otro partido porque entiende que eso sería fortalecer las aspiraciones de su competidor y nada más improductivo que eso en este momento, en que el llamado a la unidad es un grito ensordecedor de las mayorías nacionales.
Solo la construcción de la unidad total de la oposición puede resolver ese espinoso problema, los partidos de manera responsable deben buscar llevar un candidato único a la presidencia que bien pudiese ser escogido mediante 5 encuestas acordadas entre las partes, donde el que obtenga mayor nivel de respaldo ciudadano sea postulado para la presidencia y el que quede en 2do. lugar para la vice presidencia, de igual modo deberían ser escogidos los candidatos a alcaldes, directores distritales y a senadores, asignándole las candidaturas a los que estén mejores posicionados a las mismas y las candidaturas a vice alcaldes (a), subdirector (a) o a diputados (as) a los que queden en segundo o en tercera posición en las encuestas de marras.
Sería imbatible un equipo de campaña integrado por los mejores dirigentes de todos los partidos opositores aliados en donde sin lugar a dudas debería escogerse como Coordinador de Campaña de la coalición a quien lo ha sido de manera asertiva en varias ocasiones, el Lic. Francisco Javier García.
El PLD y la Fuerza del Pueblo deberían también ser generosos con las otras opciones opositoras, que muy bien pudieran ser tomadas en cuenta para importantes candidaturas con el fin de solidificar el frente opositor, como con los casos de María Teresa Cabrera del Frente Amplio, Minou Tavárez y Virginia Antares de Opción Democrática, y el Pastor Carlos Peña de Generación de Servidores, haciendo extensivo la invitación a construir un verdadero gobierno compartido también a los abanderados presidenciales de los Partidos Socialista Cristiano, Esperanza Democrática y Patria Para Todos y Todas.
Creo menester utilizar la influencia en la base reformista de Leonel y Danilo para tratar de pactar de manera primordial con el PRSC y su presidente el buen amigo Quique Antun.
La unidad de propósitos se manifiesta hoy en todos los partidos del continente, así lo hizo el Morena, partido oficialista de México, para escoger su abanderada presidencial y así de igual manera lo hicieron los históricos archirrivales de los partidos PRI- PAN y PRD del mismo país, que se han puesto de acuerdo para llevar una misma candidata Presidencial, la disruptiva Senadora, Xóchitl Gálvez.
Otras razones estratégicas obligan la unidad opositora, como lo es el apoyo de una gran parte de la oligarquía al popismo enquistado en el Palacio Nacional, los inmensos recursos con que contará la campaña reeleccionista, el interés de que encuestas arregladas influyan en el imaginario popular para crearle una percepción ganadora al proyecto reeleccionista, así como también la capacidad seductora del gobierno para lograr que les apoye importantes dirigentes opositores, varios de los cuales son diputados y ejecutivos municipales. Los modernos como era de esperarse han cooptado la mayoría de las franquicias electorales, pero lo que debe ser más preocupante para el liderazgo opositor es la desesperación y el miedo que acusa una parte de la alta dirigencia perremeista ante una bajada de estos del poder, por los incumplidos compromisos con sectores espurios que les financiaron la campaña del 2020 y por el apresamiento de ex funcionarios peledeistas, lo que nos lleva a inducir que los oficialistas harán de todo para tratar de ganar las elecciones.
Si presentamos un mismo candidato presidencial optimizaremos esfuerzos, recursos, capital humano y la capacidad estratégica de la oposición. Estoy seguro que ganaríamos en la primera vuelta, porque las militancias se sentirían parte fundamental de la victoria y trabajarían denodadamente para ella, una buena parte de los sectores que hoy se nos oponen no tendrían otra opción que compartir sus apoyos, más aún en un país que como el nuestro los poderes fácticos se manejan con mucha prudencia, sabedores que deben mantener vínculos con aquellos que pudiesen ganar las elecciones. Es por la idiosincrasia y ese alto sentido de la oportunidad que está en el ADN de los dominicanos que muchos abandonarían la causa electoral reeleccionista y se sumarían al carro triunfal de la oposición.