Bichara respalda que sea creada una comisión que discuta el caso pero si el presidente Luis Abinader.
Santo Domingo, República Dominicana – El diferendo entre República Dominicana y Haití por la construcción de un canal para desviar el curso del agua del río Masacre sigue generando debate y preocupación en la esfera política dominicana. En este contexto, dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) han insistido en que el presidente Luis Abinader se mantenga al margen de este asunto, buscando un enfoque que trascienda las divisiones políticas.
Uno de los principales voceros de esta postura es Rubén Bichara, miembro del Comité Político del PLD, quien ha abogado por una discusión imparcial y despolitizada sobre la desviación de las aguas del río Masacre que se está llevando a cabo en Haití. En sus declaraciones, Bichara hizo un llamado a evitar que la verdad se convierta en víctima de intereses políticos, subrayando la necesidad de una discusión abierta y objetiva.
El presidente del PLD, Abel Martínez, ya había planteado la creación de una comisión de expertos, juristas y representantes de la sociedad dominicana para gestionar la situación en la frontera. Martínez planteó excluir al presidente Abinader de esta comisión, argumentando que su participación, en calidad de precandidato, podría contaminar el debate electoral.
Bichara considera que esta comisión debe abordar el tema de manera profunda y participativa, buscando soluciones y propuestas efectivas para resolver el conflicto. Destacó la importancia de alejar la política de esta discusión y abordarla con objetividad, dado su impacto trascendental en la República Dominicana.
El dirigente del PLD enfatizó la necesidad de involucrar a los gobiernos de países con poder económico para ayudar en la búsqueda de una solución definitiva. Más allá de organismos internacionales, Bichara destacó la importancia de una comprensión política de los derechos y necesidades de ambas naciones.
La propuesta de apartar al presidente del caso ha sido considerada descabellada por líderes y funcionarios del Gobierno, al considerar que el mandatario es el responsable de la política exterior del país y el principal guardián de los intereses nacionales.