Considera que si el 'shutdown' se prolonga, podría afectar la confianza de las empresas y consumidores, lo que podría provocar una "reacción adversa en los mercados financieros".
La agencia de calificación crediticia Moody’s ha lanzado una advertencia sobre el posible impacto negativo que un 'cierre' parcial del Gobierno federal de Estados Unidos, conocido como 'shutdown', podría tener en la calificación de la deuda soberana del país y en su calificación actual de 'Aaa'.
Moody’s ha señalado que aunque los pagos relacionados con el servicio de la deuda pública no se verían afectados por un cierre de corta duración y es poco probable que cause interrupciones significativas en la economía, destacaría la debilidad institucional y de gobernanza de Estados Unidos en comparación con otras naciones con calificación 'Aaa', un tema que la agencia ha venido resaltando en los últimos años.
La agencia de calificación también ha subrayado que este posible cierre del Gobierno, programado para el 1 de octubre, cuestionaría las "considerables limitaciones" que la "polarización política" impone a la política en un momento de "debilidad fiscal" debido a un "creciente déficit" y una menor asequibilidad de la deuda, recoge Europa Press.
En cuanto al impacto económico, Moody’s ha declarado que si el cierre es de corta duración, tendría un efecto mínimo en la economía en general y en las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, advierte que el efecto sería "más pronunciado" si el 'shutdown' se prolonga, ya que podría afectar negativamente la confianza tanto de las empresas como de los consumidores, así como provocar una "reacción adversa en los mercados financieros".
Es importante destacar que de las tres principales agencias de calificación crediticia, Moody’s es la única que aún otorga la máxima calificación de solvencia a la deuda a largo plazo de Estados Unidos, después de que S&P Global degradara la calificación del país en 2011 y Fitch hiciera lo propio a principios de agosto.
Moody’s ha declarado que si el cierre es de corta duración, tendría un efecto mínimo en la economía en general y en las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Fitch, en su degradación reciente, redujo la calificación de la deuda a largo plazo de EE. UU. de 'AAA' a 'AA+' con perspectiva estable, citando el deterioro fiscal esperado en los próximos tres años y la creciente carga de deuda del Gobierno.
Además, la agencia consideró la "erosión de la gobernabilidad" en comparación con otros emisores soberanos calificados 'AA' y 'AAA' durante las últimas dos décadas, especialmente en relación con debates sobre los límites de la deuda y resoluciones de última hora.
El próximo 1 de octubre, la Administración federal de EE. UU. podría enfrentar un cierre parcial si el Congreso no logra alcanzar un acuerdo para ampliar su capacidad de gasto.
La última vez que el Gobierno federal se enfrentó a un cierre parcial fue entre el 22 de diciembre de 2018 y el 25 de enero de 2019, durante la presidencia de Donald Trump, debido a desacuerdos relacionados con la financiación del muro fronterizo con México.
Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, este cierre parcial tuvo un costo económico de 11,000 millones de dólares (10,380 millones de euros) debido a retrasos en el pago de salarios, reducción de horas trabajadas por empleados públicos y la interrupción de contratos.