El fenómeno virtual aún no ha alcanzado un nivel de madurez suficiente para definir su modelo y cómo se adaptarán las marcas
El metaverso, la visión de Mark Zuckerberg de una realidad virtual compartida, sigue en proceso de definición y madurez. Diversos metaversos coexisten sin interconexión, lo que plantea desafíos para las empresas.
La visión del fundador de meta sobre el metaverso, desató un torrente de especulaciones en el mundo del marketing sobre el impacto que esta nueva realidad tecnológica tendría en consumidores y marcas, así como en su relación mutua.
Ahora, un estudio doble llevado a cabo por las doctoras Méndez Aparicio, Izquierdo Yusta y Jiménez Zarco, investigadoras del grupo i2TIC de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), arroja luz sobre este fenómeno.
Las investigadoras de la UOC han evaluado el estado de madurez del metaverso y sus perspectivas de futuro en dos artículos, publicados en la revista Oikonomics de la UOC y en la Revista Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra.
Sostiene que a pesar del potencial, el metaverso aún no tiene un modelo claro y se enfrenta a la falta de estandarización y conectividad entre sus múltiples variantes por lo que las empresas empiezan a poner a prueba las posibilidades sin arriesgar demasiado.
En la actualidad, ni la tecnología para acceder al metaverso se ha generalizado ni existe una amplia oferta de contenidos y actividades en este espacio virtual.
Las autoras del estudio indican que el metaverso aún no ha alcanzado un nivel de madurez suficiente para definir su modelo y cómo se adaptarán las marcas. Sin embargo, queda claro que será una realidad duradera y transformadora.
El metaverso se concibe como una visión alternativa de la vida, donde el usuario, a través de su avatar y mediante la realidad virtual y la gamificación, descubre nuevas necesidades en un mundo virtual y paralelo diseñado según sus preferencias. No obstante, en la actualidad, ni la tecnología para acceder al metaverso se ha generalizado ni existe una amplia oferta de contenidos y actividades en este espacio virtual.
Según explica Jiménez Zarco, profesora de la UOC, "actualmente tenemos muchos metaversos no conectados entre sí. Cada empresa hace su propia apuesta, no están interconectados y no sabemos qué modelo prevalecerá. Es un concepto aún en construcción".
Esa realidad plantea un gran desafío para las empresas en cuanto a la integración de las prácticas de marketing actuales, que combinan lo presencial y lo digital.
Dado que el marketing actual se basa en la relación de la marca con el usuario en un sentido global, será crucial entender las interacciones que se generen en el metaverso para evitar problemas y distorsiones, y determinar si es un canal adecuado para la información, la interacción y la venta.
A pesar de los obstáculos, el metaverso es una realidad con permanencia garantizada. Méndez Aparicio señala que "a las personas les gusta jugar, y el metaverso revive la experiencia de flujo de las primeras páginas web, lo que lo convierte en una excelente oportunidad publicitaria para las marcas y un nuevo canal de alto crecimiento, como lo es la industria de los videojuegos, que se espera alcance una facturación de 401,000 millones de dólares para 2027″.
Sostiene que si bien algunas empresas ya utilizan el metaverso para fines como simulaciones de productos o mejoras en seguridad, todavía es atrevido considerarlo un punto de encuentro entre empresas y consumidores.
El metaverso representa un mundo de especulación donde se pueden inventar, construir o reproducir realidades para la interacción, compra y trabajo. Esto implica una transformación significativa para las empresas y la necesidad de adaptarse a un cliente totalmente digitalizado, lo que podría requerir nuevas monedas y métodos de pago aún por estandarizar y regularizar.
Dado que el marketing actual se basa en la relación de la marca con el usuario en un sentido global, será crucial entender las interacciones que se generen en el metaverso para evitar problemas y distorsiones, y determinar si es un canal adecuado para la información, la interacción y la venta.
La falta de datos y de investigación es un desafío adicional debido a la novedad del fenómeno y su potencial transformador. En el futuro, la investigación deberá abordar esta nueva forma de concebir la realidad, involucrando diversas áreas de conocimiento, desde el derecho y las ciencias políticas hasta el arte y las humanidades, la economía y las empresas, las ciencias de la salud, las competencias digitales y más.
Mas detalles en :https://oikonomics.uoc.edu/divulgacio/oikonomics/es/numero20/dossier/mdmendez.html