República Dominicana defiende la integridad de sus recursos hídricos en medio del diferendo fronterizo
Santo Domingo.- El gobierno de la República Dominicana ha respondido al llamado de la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con el diferendo fronterizo con Haití sobre la construcción de un canal que afectaría el Río Masacre. En un comunicado oficial, el gobierno dominicano ha manifestado su disposición al diálogo con las autoridades haitianas, pero con una condición crucial: la suspensión de los trabajos en el canal de trasvase en el río Dajabón-Masacre.
Esta reacción se produce después de que el Presidente Luis Abinader dispusiera el cierre de la frontera por aire, mar y tierra hace varias semanas, en un esfuerzo por abordar este problema fronterizo.
El gobierno dominicano, en su comunicado, agradeció al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, por su llamado al diálogo y enfatiza la importancia de que ambas partes demuestren buena fe y posean las capacidades institucionales necesarias para implementar soluciones acordadas.
La Constitución de la República Dominicana establece que su territorio es inalienable, incluyendo ríos y otros recursos naturales. La construcción unilateral del canal de trasvase podría afectar gravemente el caudal del río y los recursos naturales de la zona. Por lo tanto, el gobierno dominicano insta a las autoridades haitianas a detener inmediatamente la construcción ilegal y unilateral del canal y realizar estudios independientes para evaluar su impacto.
El gobierno dominicano también hace un llamado a la OEA, a través de su Secretario General, para intervenir y buscar una solución pacífica a esta controversia, especialmente en vista de la posible misión multinacional de seguridad en Haití. Se solicita al Secretario General que visite la zona en cuestión y proporcione un informe detallado al Consejo Permanente de la OEA.
Ambos países han expresado su interés en alcanzar un acuerdo a través del diálogo que respete el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929 y permita el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos compartidos. Esta situación destaca la necesidad de encontrar una solución pacífica en un momento delicado para la región.